EL MUNDO › CRECE EL BROTE RACIAL EN ALEMANIA

Migrantes con miedo

 Por Tony Paterson *

Desde Colonia

En una calle con vista a las vías del tren, los 140 refugiados que viven en Hotel Mado de Colonia dicen que están viviendo en un clima de miedo. Una reacción violenta contra los extranjeros llegó con fuerza inmediatamente después de los ataques de la víspera de Año Nuevo de la ciudad, que la policía dijo que eran en gran medida el trabajo de los inmigrantes árabes y del norte de Africa.

El domingo por la noche, una turba escendió sobre la zona de la famosa catedral de Colonia donde 500 mujeres fueron atacadas por bandas aparentemente coordinadas hace 13 días. Dos hombres paquistaníes fueron gravemente golpeados y tres hombres guineanos y dos sirios resultaron heridos. Los ataques cesaron solo después de que llegara la policía.

Heiko Misa, el ministro de Justicia alemán, advirtió ayer de un posible pogromo contra los migrantes. “No hay ninguna justificación para la agitación general contra los extranjeros”, dijo. El grupo que nuclea a los musulmanes de Alemania, el Consejo Central para los Musulmanes, dijo que se había visto obligado a cortar todas las líneas de teléfono después de haber sido inundados con llamadas y correos electrónicos abusivos y racistas desde los ataques de diciembre.

Parado en la recepción del Hotel Mado, un hogar temporal para los refugiados, Prince Berchie de Ghana, de 25 años, dijo que la mayoría de los migrantes en el albergue ahora tenían demasiado miedo de salir. “A ninguno de nosotros nos gusta alejarnos demasiado de este lugar, estamos preocupados por lo que nos podría suceder”, dijo. “Cualquier persona que parezca extranjero puede ser un objetivo ahora”, agregó.

La ansiedad también era palpable en un albergue de la Cruz Roja en Colonia, a un kilómetro en las afueras de la ciudad. Detrás de las puertas fortificadas, Hussam, un refugiado sirio de 27 años, dijo que estaba profundamente preocupado por lo que el futuro le deparaba.

“Por supuesto que estoy sorprendido de lo que sucedió en la víspera de Año Nuevo. Sólo quiero decir que nosotros, los sirios, respetamos a las mujeres”, dijo. Su opinión fue repetida por un grupo de refugiados sirios y paquistaníes que respondieron a los ataques de Colonia escribiendo a la canciller Angela Merkel: “Nos esforzamos por mantener la dignidad y el honor de las mujeres”. Y añadieron; “Sin duda respetamos las leyes del país anfitrión, Alemania”.

Pero el jefe del Consejo Musulmán de Alemania, Almin Mazjek, dijo que el estado de ánimo se había vuelto contra los musulmanes a raíz de los ataques. “Estamos viviendo una nueva dimensión del odio –dijo–. La mafia de ultraderecha ve una oportunidad para dar rienda suelta al odio a los musulmanes y los extranjeros.”

El gobierno de Renania del Norte-Westfalia ayer culpó a errores policiales, después que se supo que la policía estaba al tanto de los ataques que se están llevando a cabo ya a las 20.30 en la víspera de Año Nuevo. Ralf Jäger, el ministro del Interior socialdemócrata del estado, dijo que la policía no habían podido pedir refuerzos que se necesitaban con urgencia para hacer frente al problema. “La policía cometió errores graves que eran inaceptables”, dijo. Ralf Jäger despidió al jefe de la policía de la Colonia, Wolfgang Albers, después de los ataques. Ese Estado federado, que se encarga de la vigilancia en Colonia, publicó un informe que describe a una muchedumbre drogada y borracha de hombres jóvenes de un “origen inmigrante” que participó de los ataques. Más de 500 mujeres presentaron denuncias penales, 237 de tipo sexual. Muchas de las víctimas describieron relatos similares de estar rodeadas de bandas de hombres ebrios con “los ojos inyectados de sangre” que las sometían a agresiones sexuales violentas. Algunas mujeres dijeron que las pandillas les arrancaron la ropa interior. “Después de intoxicarse con alcohol y drogas, se emborrachaban con la violencia y eso alcanzaba un pico con fantasías de dominio sexual”, dijo Jäger. Agregó que los atacantes eran personas “exclusivamente” de origen inmigrante. “Hay mucha evidencia de que eran norafricanos y personas procedentes de países de habla árabe”, dijo. Pero también advirtió contra una reacción en contra de los migrantes. “Etiquetar a ciertos grupos, estigmatizarlos como delincuentes sexuales no sólo estaría equivocado, sería peligroso”, dijo.

Diecinueve sospechosos fueron identificados por la policía. Diez estaban entre el millón de solicitantes de asilo que llegaron a Alemania en septiembre de 2015. Catorce de los 19 procedían de Marruecos o Argelia. Jäger admitió que aunque una multitud de hasta 1000 había estado involucrada en los ataques sexuales, la policía hasta ahora detuvo a cuatro sospechosos. El funcionario dmitió que había pocas esperanzas de justicia para las 516 mujeres de Colonia y 153 mujeres de Hamburgo que presentaron denuncias, dadas las dificultades que enfrenta la policía en la localización de los hombres.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: C.D.

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