EL MUNDO › DIMITIó LA MINISTRA MáS PROGRESISTA DE HOLLANDE EN FRANCIA

No renuncia a sus principios

La ministra de Justicia, Christiane Taubira, dimitió por sus discrepancias con la política antiterrorista del gobierno. Prevén privar del derecho a voto y retirar la nacionalidad a quienes posean doble ciudadanía y sean condenados por terrorismo.

La voz más progresista y rebelde del Ejecutivo francés, la ministra de Justicia, Christiane Taubira, dimitió hoy por sus discrepancias con la política antiterrorista del gobierno. Las medidas barajadas por el presidente de Francia, el socialista François Hollande, prevén privar del derecho a voto y retirar la nacionalidad a quienes posean doble ciudadanía y sean condenados por terrorismo.

La oposición de Taubira a estas medidas quedó patente a mediados de diciembre, un día antes de que el gobierno las presentara en el Consejo de ministros, y desde entonces su mantenimiento en el cargo había quedado en entredicho. El proyecto fue lanzado por el presidente Hollande tras los atentados jihadistas que el pasado 13 de noviembre mataron en París y en la periférica Saint Denis a 130 personas e hirieron a otras 350, pero Taubira no lo consideró eficaz en la lucha antiterrorista, y así lo expuso públicamente. “A veces resistir es quedarse y a veces resistir es partir”, afirmó la hasta ayer ministra en su cuenta de Twitter, en su primera reacción a su renuncia, con el lirismo y la fuerza característica de su oratoria. Horas después, en una conferencia de prensa, admitió que se marchaba por un desacuerdo político importante. “Pese a que el peligro terrorista que amenaza al país es grave, no se le debe conceder ninguna victoria, ni militar, ni diplomática, ni política, ni simbólica”.

Su dimisión, que coincide con la presentación de la revisión constitucional en la comisión de leyes de la Asamblea Nacional (Diputados), fue aceptada por la necesidad de que haya, según Hollande, una “coherencia selectiva” en la acción del Ejecutivo.

Nacida en la Guyana en febrero de 1952, Taubira había destacado antes de su paso por el Elíseo por su candidatura presidencial en 2002 por el Partido Radical de Izquierda, con el que consiguió en 2,32 por ciento de los votos. De su mandato desde mayo de 2012 se recuerda especialmente su férrea defensa de la legalización del casamiento igualitario, aprobado en 2013, pero desde entonces le costó imponer sus ideas en el seno del Ejecutivo, y su política penal y judicial fue calificada de laxa por la oposición.

La líder ultraderechista Marine Le Pen mostró alivio por la salida de Taubira. “Su dimisión es una buena noticia para Francia, tras una acción pública absolutamente desastrosa”, dijo.

La violencia de las críticas lanzadas por ella por la extrema derecha y por una parte de la derecha parlamentaria la erigieron en un ícono de la izquierda. Los ecologistas, el grupo de disidentes sociales y anteriores miembros del Ejecutivo que también se vieron obligados a salir por la criticada deriva liberal y conservadora del gobierno, como el ex titular de Cultura Aurélie Filippetti, alabó su trayectoria. “Homenaje al talento inmenso, al trabajo y al compromiso” de Taubira, señaló Filippetti en Twitter.

Taubira, madre de cuatro hijos, y a quien era habitual verla llegar en bicicleta al trabajo, fue reemplazada por el diputado socialista Jean-Jacques Urovas, que el año pasado preparó la ley sobre el refuerzo de los servicios secretos y que presidía la comisión de leyes de la Asamblea Nacional. La dimisión de Taubira sigue a la de otros ministros que osaron criticar la línea del Ejecutivo, como Filippetti y de quienes dirigieron la cartera de Economía, Arnaur Montebourg, y Ecología, Delphine Batho, y acaba con la paridad en su seno.

La gran base electoral francesa es conservadora. Los sondeos demuestran que los ciudadanos galos están preocupados de manera creciente por la inseguridad y la inmigración. El perfil de los políticos preferidos en las encuestas es conservador o representa el ala más centrista de izquierda, como es el caso del ministro de Economía, Emmanuel Macron, y del premier Manuel Valls. Uno de los ministros socialistas en ascenso también es Bernard Cazeneuve, titular del interior, que dispone hoy, gracias al estado de excepción, de un margen de maniobra inédito en Francia para ordenar registros (3324 en poco más de dos meses) o asignar residencia (una especie de arresto parcial domiciliario; 406 realizados) sin mandato judicial a sospechosos de terrorismo.

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Tras renunciar, Taubira saluda antes de partir en bicicleta del Ministerio de Justicia.
Imagen: AFP
 
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