EL MUNDO › LIMITA LA ACEPTACIóN DE REFUGIADOS BAJO EL “ESTADO DE EMERGENCIA MIGRATORIO”

Austria dio luz verde a una dura ley de asilo

Los partidos de oposición y grupos de derechos humanos criticaron la nueva ley, mientras que la agencia de refugiados de la ONU reiteró que la legislación aprobada elimina una pieza central de la protección de los refugiados.

Austria aprobó ayer una de las leyes de asilo más duras de Europa, que permite decretar el “estado de emergencia” migratorio para limitar drásticamente la aceptación de refugiados. Mientras, la extrema derecha gana adeptos en el país y lidera las encuestas presidenciales.

En un recinto pleno de tensión, el proyecto de ley fue discutido acaloradamente en el Parlamento austríaco para finalmente ser aprobado por 98 votos a 67, lo que le otorga al gobierno la potestad de declarar un “estado de emergencia” si el número de migrantes se incrementa repentinamente o determinar si rechaza a la mayoría de los solicitantes de asilo directamente en la frontera, incluidos los de los países en guerra como Siria.

El texto, elaborado desde hace meses a pesar de las protestas de ONG y de una parte de la oposición, es uno de los más restrictivos de Europa. El estado de emergencia migratorio, que puede ser decretado cuando existe una amenaza para el orden público y la seguridad interior, implicaría que sólo se aceptarían solicitudes de asilo de determinados refugiados, como menores no acompañados, mujeres con menores muy pequeños o personas que tenga familiares en Austria.

Además, los parlamentarios también votaron para restringir las leyes de asilo existentes, estableciendo límites a la duración del asilo otorgado a los migrantes y dificultando la reagrupación familiar para los beneficiarios de la protección subsidiaria, afganos en su mayoría. Las restricciones son similares a las normas introducidas por el gobierno conservador en la vecina Hungría el año pasado.

“No podemos acoger a toda la miseria del mundo”, explicó el nuevo ministro de Interior, Wolfgang Sobotka, asegurando que el gobierno no actuaba por placer, sino porque otros países no cumplían con su parte para detener la afluencia.

Por Austria, situada en el cruce de dos principales rutas migratorias en Europa –la de los Balcanes y la que llega desde Italia–, transitaron cientos de miles de refugiados el año pasado. El país acogió a 90.000 refugiados en 2015, es decir, más del 1 por ciento de su población, sólo superado por Suecia dentro de la Unión Europea. Para 2016, Viena se fijó un techo de 37.500 solicitantes de asilo suplementarios, asegurando que sus capacidades de integración están llegando al límite.

La decisión fue respaldada por miembros de la coalición socialdemócrata y de centroderecha del gobierno, que ha cambiado de postura en materia migratoria en los últimos meses a medida que el ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ) escalaba en las encuestas. La presión política aumentó el domingo, cuando el candidato del FPÖ, Norbert Hofer, se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales con el 35 por ciento de los votos, contra el 21,3 por ciento de Alexander Van der Bellen de los Verdes. La segunda vuelta tendrá lugar el 22 de mayo entre ultraderechistas y ecologistas, mientras que las elecciones generales tendrán lugar en 2018.

El FPÖ ayer votó en contra de la enmienda porque reconoció que aspiraba a lograr medidas incluso más severas. Sin embargo, los partidos de oposición y grupos de derechos humanos criticaron la nueva ley, mientras que la agencia de refugiados de la ONU reiteró que la legislación aprobada elimina una pieza central de la protección de los refugiados. Según medios locales, las autoridades austríacas además preparan la entrada en vigor de controles en el paso del Brennero, en su frontera con Italia y que se están haciendo preparativos para instalar una tela metálica de 370 metros que correrá a lo largo de las rutas para evitar que los refugiados caminen por allí.

Ante esta noticia, Italia criticó en duros términos la decisión de Austria. El jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, subrayó que las cifras de refugiados están por debajo de lo que se indica en las advertencias internacionales. “Todo esto demuestra que la hipótesis de cerrar el Paso del Brennero es una descarada violación de las reglas europeas, que va en contra de la historia, en contra de la lógica y en contra del futuro”, aseguró Renzi. Los controles en este Paso preocupan en particular a algunos sectores como el del transporte, que temen que las medias tengan un impacto negativo en sus operaciones. Los controles además podrían generar demoras y atascos con fuerte impacto en los transportistas como en las empresas que esperan las mercancías.

En una entrevista con el diario Die Presse ayer, el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, denunció este proyecto, que calificó de injustificado e ilegal según el derecho europeo. “Estamos muy lejos de una invasión de refugiados”, declaró. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), llegaron a Italia unos 26 mil migrantes en lo que va del año. En Austria, el flujo diario de migrantes cayó a 150, según el Ministerio del Interior, tras el cierre de la ruta de los Balcanes y la entrada en vigor del acuerdo entre la UE y Turquía en marzo. Viena ha registrado alrededor de 18 mil solicitudes de asilo desde principios de año.

El diario Tiroler Tageszeitung aseguró ayer que las medidas de la nueva ley comenzarían a regir a fines de mayo o principios de junio, momento en que se estima aumentará el flujo de migrantes por la mejora del clima al iniciarse el verano boreal.

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Policías austríacos inspeccionan vehículos cerca de la frontera con Hungría.
Imagen: EFE
 
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