El ensayo nuclear realizado por Corea del Norte el viernes pasado generó la respuesta de Estados Unidos, que ayer envió a Corea del Sur dos bombarderos estratégicos de largo alcance. Como si de fichas de domino cayendo se tratase, China alertó que el sobrevuelo de los aviones enviados por Washington conducirá inevitablemente a un círculo vicioso. “La demostración de fuerza sólo es un ejemplo de las capacidades militares de la alianza con Corea del Sur para reforzar el sistema de disuación ampliado”, señaló el máximo comandante de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Corea (USFK), Vincent Brooks. Washington y Seúl están tomando medidas a diariopara responder al “continuo comportamiento agresivo de Corea del norte” y ambos países están preparados “para responder a sus obligaciones mutuas frente a las amenazas a la seguridad de la península de Corea y la región”, añadió Brooks. “La prueba nucear norcoreana del pasado viernes supone supone una peligrosa escalada armamentista y plantea una amenaza inaceptable para el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de defender a sus aliados en la región”, señaló el general.

El test nuclear realizado por Corea del Norte es el segundo en lo que va del año y la quinta en total. Es la más poderosa hasta el momento, porque sirvió, según corea del Norte, para presuntamente poner a prueba “con éxito” la miniaturización de cabezas nucleares equipables sobre los misiles de su nutrido arsenal..

Los aviones realizaron un vuelo a baja altura, cerca de la base de Osan, unbicada 50 kilómetros al sur de Seúl, según informaron las USFK en un comunicado. Los dos bombarderos supersónicos, del tipo B-1B Lancer, fueron enviados desde la base aérea estadounidense en la isla de Guam, en el Pacífico.

Los bombarderos sobrevolaron el espacio aéreo de Corea del Sur escoltados por aviones F-16 estadounidenses y F-15K surcoreanos, dijeron fuentes militares estadounidense. Con el despliegue de los dos bombarderos, Seúl y Washington quieren enviar a Pyongyang el mensaje de que “están preparados para responder en todo momento a las amenazas contra la estabilidad y la seguridad” en la región, aseguró el comunicado de las USFK.

Pekín pidió calmar los ánimos en la península coreana. “La situación me resulta muy clara. Ante tales circunstancias, esperamos que las partes involucradas se contengan, dejen de provocarse los unos a los otros y no escalen las tensiones en la región”, subrayó Hua Chunying, portavoz de la cancillería china.