EL MUNDO › LA CASA BLANCA DESVIA FONDOS A GASTOS DE CORTO PLAZO
El dinero que comienza a faltar
Por Rupert Cornwell *
Desde Washington
La administración Bush pidió al Congreso ayer que desviara 3500 millones de dólares destinados a la reconstrucción iraquí a gastos de corto plazo. El objetivo es incrementar la seguridad y ayudar a la producción de petróleo, frente a unas elecciones que, a pesar de la persistente violencia, la Casa Blanca insiste en que tendrán lugar en enero próximo. La decisión llegó el mismo día en que al menos 70 personas murieron en distintos ataques por insurgentes en Bagdad y la cercana ciudad de Baba y es vista por los críticos como un importante cambio en la estrategia de Estados Unidos en Irak y una admisión tácita de la forma en que los esfuerzos por reconstruir el país ha sido un fracaso total.
Según el esquema, 1800 millones de dólares destinados a proyectos de infraestructura de largo plazo serán redirigidos a un esfuerzo de emergencia para entrenar y equipar a la policía iraquí y a las fuerzas de seguridad. 450 millones se destinarán a la industria petrolera y 359 millones a cubrir los costos presupuestarios para perdonar virtualmente todas las deudas de Irak a Estados Unidos. El cambio refleja la creencia en Washington que los insurgentes que ya han transformado algunas ciudades en áreas prohibidas, especialmente el “triángulo sunnita” al norte y oeste de Bagdad, probablemente continuarán sus ataques por lo menos hasta las elecciones norteamericanas del 2 de noviembre y quizá más allá, en un intento por abortar las elecciones iraquíes programadas para enero.
“Este ejercicio de reprogramación es un reconocimiento de que Bremer, la CPA y el ejército de Estados Unidos se equivocaron de modo fundamental durante el primer año de la ocupación de la coalición en Irak”, dijo el analista Anthony Cordesman, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). También fue “un reconocimiento de facto de que los objetivos de los neoconservadores para la reconstrucción de Irán no pueden lograrse jamás”. Funcionarios estadounidenses declararon que estaban haciendo meramente un “ajuste en respuesta a las nuevas y exigentes circunstancias”. Pero Cordesman dijo que era la “vietnamización” de la estrategia militar estadounidense. Mientras Washington inyecta fondos para crear una fuerza iraquí capaz de reemplazar a las tropas estadounidenses y británicas y vencer a los insurgentes, los comandantes estadounidenses han empezado a evitar acciones grandes y circunscribirse a ataques quirúrgicos.
El cambio efectivamente posterga toda acción militar importante hasta después de las elecciones estadounidenses. “Todo consistirá en operaciones y ataques limitados hasta que las nuevas fuerzas iraquíes estén listas”, añadió Cordesman. El problema es que esto puede no suceder hasta mediados de 2005, mucho después de las programadas elecciones iraquíes. Aun entonces, algunos comandantes de Estados Unidos temen que las fuerzas locales nunca sean los suficientemente fuertes para hacer la tarea sin apoyo aéreo y terrestre de Estados Unidos.
Si la situación de seguridad se ha deteriorado, al esfuerzo de ayuda a Irak no le ha ido mejor. El Congreso destinó más de 18.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak en 2004, pero sólo se han gastado 1000 millones. “Y gran parte de eso se gastó debido a sabotajes, ataques y mal planeamiento o fue gastado fuera del país y en fuerzas de seguridad extranjeras,” declaró Cordesman.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.