ECONOMíA › REINCORPORAN A DOCE DESPEDIDOS DE FIRESTONE. DIEZ MESES DE PELEA
El conflicto que se estiró como caucho
Por Raúl Dellatorre
Luego de diez meses de conflicto, la empresa Bridgestone-Firestone aceptó la reincorporación de 12 trabajadores despedidos y les reconoció indemnizaciones especiales a otros 46. El conflicto se había originado en octubre de 2003 y en su desarrollo se sucedieron varios hechos que marcaron la particularidad de esta pulseada entre una multinacional y el gremio alineado en la CTA (sindicato de trabajadores del neumático, Sutna): internacionalización del conflicto, participación de las fuerzas territoriales en apoyo de los trabajadores, intento de vaciamiento del sindicato por parte de la patronal, represión en las puertas de fábrica y una negociación final, diez meses después de iniciado, en medio de un paro en planta.
El sindicato había negociado en marzo de 2001 con la empresa de capitales japoneses un convenio para aplicar una reducción salarial al personal a cambio de estabilidad laboral. En octubre de 2003, cuando la representación gremial quiso discutir un nuevo convenio, Bridgestone prácticamente le cerró las puertas. Y ante las medidas de fuerza dispuestas por los obreros para reabrir la negociación, la empresa respondió con 94 despidos (19 de noviembre). Allí se inició un largo conflicto, en el que la empresa desconoció dos intimaciones a reincorporar a los despedidos –de las carteras laborales provincial y nacional– y hasta intentó vaciar la organización sindical, apoyando una lista de oposición en las elecciones del Sutna (sintomáticamente identificada como Lista Amarilla) prácticamente armada desde la vereda patronal.
Nada de esto resultó y, aunque casi medio centenar de despedidos desistió de la pelea –optando por la vía legal o negociada para el cobro de la indemnización–, la disputa se sostuvo durante todo este tiempo, con piquetes (en el sentido original del término) en el portón de fábrica, no sólo llamando a los trabajadores al paro, sino también impidiendo el ingreso de insumos. Esta protesta fue reprimida el sábado 4 de este mes por un despliegue impresionante montado por la Policía Bonaerense, a pedido del fiscal de la provincia Daniel Gualtieri. Los manifestantes fueron desalojados violentamente, pero el conflicto volvió a ganar espacio público.
El conflicto había llegado a los despachos de la representación diplomática japonesa en el país cuando los trabajadores denunciaron el accionar ilegal de una empresa de ese origen. También tuvo repercusión internacional a través de manifestaciones de apoyo que tuvieron lugar en diferentes puntos del planeta en organizaciones de trabajadores de filiales de Bridgestone. “Se cometieron muchos errores”, reconoció ayer en la sede del Ministerio de Trabajo el presidente de la filial local, Ariel Depascuali, en la firma del acta-acuerdo que puso fin al conflicto. En ella no sólo se establece la reincorporación de 12 despedidos, sino además una fuerte indemnización para el resto de los que mantuvieron la demanda hasta el final y prioridad en la contratación como proveedores en caso de que se constituyan en cooperativa.