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El presidente chileno, Ricardo Lagos, ayer presentó el último informe de su mandato, en una jornada ensombrecida por la tragedia de los soldados muertos y las violentas protestas de trabajadores y estudiantes contra políticas gubernamentales, en las que fueron detenidas al menos 75 personas. El gobernante fue increpado durante su discurso por un dirigente universitario desde la tribuna del Congreso por la nueva ley que extiende el sistema de becas de las universidades estatales a los estudiantes de las universidades privadas.
Mientras el estudiante era sacado por la policía, Lagos replicó: “Gracias a usted, joven, voy a explicarle al país, voy a decir que lamento que los jóvenes de Chile salgan a la calle a protestar por una ley que quiere ayudar a los jóvenes que van a otros establecimientos de educación superior”. “No entiendo una movilización que esté en contra de que los beneficios que reciben lleguen a otros”, se lamentó Lagos. El estudiante fue sacado de la sede del Parlamento pero quedó en libertad. La ley establece la extensión del crédito universitario a los alumnos de universidades privadas, excluidos hasta ahora del sistema. Esta ley ha sido la bandera de lucha de los universitarios, que se encuentran en huelga desde hace varios días y que ayer protestaron junto a trabajadores en Valparaíso, donde se encuentra la sede del Congreso. El ministro de Educación, Sergio Bitar, informó ayer que convocó a una mesa de diálogo para mañana con los jóvenes y el consejo de rectores.