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El barril de petróleo ayer alcanzó por primera vez en su historia la cotización de 60 dólares en Nueva York, impulsada por los temores sobre el aprovisionamiento para el final del año en EE.UU., aunque los analistas se preguntan sobre la validez de estas preocupaciones. Los precios retrocedieron luego de batir el record, registrado poco más de una hora antes del fin de la sesión, y finalizaron con un alza de 1,33 dólar en relación con el miércoles, a 59,42 dólares por barril, la cotización de cierre más alta de su historia. En Londres, el barril de Brent del Mar del Norte subió 1,42 dólar y cerró a 58 dólares. “(El nivel de) 60 dólares actuó como un imán”, dijo Bill O’Grady, analista de AG Edwards. Según los analistas, la disparada del precio estuvo básicamente alimentada por los especuladores. Los fondos de inversiones compraron de manera “bastante importante”, observó Jim Still, analista de Refco. Esta es la conclusión que se impone dado que no hubo ninguna novedad ayer que pudiera impulsar los precios. “No hubo razones de fondo para alcanzar los 60 dólares”, aseguró Still. “No creo que hubiera nada diferente desde la semana pasada”, subrayó.