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Cayó un pez gordo. El presunto líder del Cartel de Juárez, Ricardo García Urquiza, fue detenido hace diez días, según anunció ayer el procurador general de México, Daniel Cabeza de Vaca, que aseguró que “El Doctor” –como se conoce al famoso narcotraficante– sería responsable de “operaciones por más de 660 millones de dólares al año y calculamos que estaba introduciendo entre el 15% y el 20% de la droga que ingresaba a Estados Unidos”. Sus compras mensuales a Colombia ascenderían a más de 23 millones de dólares por mes, lo que equivale a unas cinco toneladas de droga. Durante su detención, le decomisaron 2,8 millones de dólares en efectivo, 27 vehículos y sofisticados equipos de comunicación, y fueron capturados 10 colaboradores suyos.
La detención de “El Doctor” puso al descubierto “toda una estructura piramidal perfectamente organizada, perfectamente circunscripta a cada ramo, que funcionaba en forma totalmente independiente”, explicó el procurador ayer en una rueda de prensa y aseguró que, incluso, opera con cuentas detalladas, “ordenadas, conciliadas, con cheques expedidos”. “El Doctor”, como se lo conoce por haber estudiado medicina, es un hombre de mediana edad, discreto y, principalmente, representa una nueva cara del narcotráfico mexicano, lejos de la espectacularidad de los anteriores capos. Según Cabeza de Vaca, el Cartel de Juárez, después de la muerte de su antiguo y sanguinario líder Rodolfo Carrillo Fuentes en 2004, tomó un “corte empresarial”. De ahí que muchos de los recientes detenidos son hombres y mujeres con preparación profesional.
Según la investigación de la Procuraduría, el cartel tiene hoy principalmente dos rutas de transporte de droga rumbo a Estados Unidos, una por el Pacífico y otra por el Golfo de México. En ambos casos, la droga proviene de Colombia y es traída en viajes de hasta 10 horas con grandes lanchas. Según el procurador mexicano, en sus operaciones internacionales “utilizaba lanchas rápidas para traer (en un solo viaje) más de 2,5 toneladas de droga directamente de Colombia”. Una vez en territorio mexicano, la droga pasa por la capital mexicana rumbo a Ciudad Juárez o directamente a Texas, para desde allí distribuirse por todo Estados Unidos. A la inversa, la ruta del dinero comienza en Estados Unidos, desde ciudades como Chicago o Los Angeles, pasa por México, desde donde se canalizan los pagos a Colombia a través de América Central.
Pese a que Cabeza de Vaca lo destacó como el heredero del Cartel de Juárez, el nombre de García Urquiza nunca había sido, hasta ahora, mencionado entre los más buscados en la lucha contra el tráfico de drogas. El Cartel de Juárez –denominado así por tener su base de operaciones en la fronteriza Ciudad Juárez– es uno de los más poderosos del país y estuvo tradicionalmente en manos de la familia Carrillo Fuentes. El tradicional y más sanguinario capo de esta organización fue Amado Carrillo, o como se lo conocía, “el Señor de los Cielos”. Oficialmente murió en julio de 1997, durante una operación de cirugía estética, para cambiar su rostro debido a que era buscado por Washington, ya que durante años lideró el narcotráfico a Estados Unidos. Rodolfo, su hermano, tomó la posta hasta que murió dos años atrás. Hasta hace unos meses, Vicente Carrillo, otro de los hermanos y a quien las autoridades creyeron haber detenido en julio pasado erróneamente, era presentado como el líder de la organización, pero ahora parece que nuevas investigaciones demostraron que el control efectivo del cartel había pasado a manos de “El Doctor”.
Ayer en México la sensación era que se había asestado uno de los mayores golpes en la historia de la lucha contra el narcotráfico. “La cantidad de droga que compraba este señor, en un mes vemos que compraba más de 23 millones de dólares, más de cinco toneladas de droga”, explicaba Cabeza de Vaca, orgulloso del operativo “Nueva Generación” que, según el procurador estuvo “bien estructurado” y resultó en “importantes detenciones”.