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Augusto Pinochet quedó ayer a un paso de ser procesado –y quizás encarcelado– tanto en la causa por la Operación Colombo como por la de las cuentas secretas en el Banco Riggs. En lo que definitivamente no fue un buen día para el anciano ex dictador, que el viernes que viene cumplirá 90 años, los abogados querellantes de las dos causas presentaron las solicitudes oficiales ante los jueces correspondientes para que se lo procese.
Carmen Hertz, una de los abogados querellantes en la causa Riggs, aseguró ayer que hay evidencia de sobre cuatro delitos: evasión tributaria, falsificación de instrumento público, uso de pasaporte falsificado y omisión de bienes en su declaración jurada.
El ex dictador habría incluso admitido la existencia de estas cuentas millonarias en el exterior cuando declaró ante el juez Carlos Cerda la semana pasada: “Cuando me amenazaron con que me iban a quitar los bienes, el señor (Baltasar) Garzón y Joan Garcés preguntaron a todos los bancos si yo tenía plata, y ahí decidí tener el dinero en varios bancos para trasladar la plata”.
En cuanto al caso de la Operación Colombo, el abogado Eduardo Contreras, uno de los representantes de las víctimas de la represión de la dictadura chilena, afirmó ayer que “lo más probable es que el juez Víctor Montiglio en el curso de los próximos días, y quizás horas, dicte el auto de procesamiento” contra el ex dictador. La situación de Pinochet es “muy complicada” por “la abrumadora cantidad de antecedentes que demuestran que era realmente el jefe de la DINA”, adelantó Contreras.