El disminuido grupo armado Sendero Luminoso, de tendencia maoísta, sufrió un duro golpe con la muerte a manos de la policía del mando militar de una de las dos columnas senderistas que aún se mantienen operativas. La muerte de Héctor Aponte Sinarahua, camarada Clay, ocurrida el último domingo durante un operativo policial en un caserío de la selva peruana, en la zona cocalera conocida como Alto Huallaga, constituye el principal éxito del gobierno de Alejandro Toledo –que en julio próximo culmina su mandato de cinco años– en su lucha contra los “rezagos” de Sendero Luminoso.

Clay era el jefe militar de la columna de senderistas que opera en el Alto Huallaga y el segundo al mando en la zona, luego de José Flores León, camarada Artemio, jefe del Comité Regional Huallaga de Sendero Luminoso. Mientras Artemio tiene el mando político de la zona, Clay era el encargado de dirigir las acciones militares. Según versiones policiales, esta columna senderista tendría unos 60 hombres armados. La segunda columna de Sendero que está operativa tendría unos 40 hombres y se mueve en una zona selvática al sur del Alto Huallaga, en el valle de los ríos Apurimac y Ene, también con una fuerte influencia cocalera. La última acción de importancia que dirigió Clay ocurrió el pasado 20 de diciembre, cuando una columna senderista bajo su mando emboscó a una patrulla policial, matando a ocho policías. Desde entonces la zona fue declarada en estado de emergencia y se reforzaron los operativos policiales.

El ministro del Interior, Rómulo Pizarro, señaló que la captura del alto dirigente senderista fue la culminación de una “operación de inteligencia que logró determinar su ubicación exacta”. Una semana antes de esta captura, el gobierno ofreció una recompensa de 25.000 dólares a quien diera información que posibilitara la detención del mando militar senderista. Esto habría sido determinante para que la policía obtuviera la información sobre la ubicación de Clay, quien fue localizado en una modesta vivienda del caserío selvático de Alto Pacae, en el Alto Huallaga. Más de 50 efectivos policiales llegaron hasta el lugar en dos camiones. El ministro del Interior ha señalado que cuando los policías rodearon la casa fueron atacados a balazos por Clay y sus hombres, y que como consecuencia del tiroteo, que habría durado unos 20 minutos, Clay fue herido de muerte. Dos de sus acompañantes, uno de ellos de solamente 15 años, fueron detenidos, mientras los otros senderistas, cuyo número la policía no ha precisado, huyeron. Ningún policía resultó herido. Hasta ahí la versión oficial de lo ocurrido. Sin embargo, Victoria Figueroa, propietaria de la casa donde la policía mató a Clay y testigo de lo ocurrido, aseguró que no hubo tiroteo y que Clay fue “acribillado” por los policías.

Héctor Aponte se vinculó con Sendero Luminoso a inicios de la década del 80, cuando el movimiento liderado por el hoy encarcelado Abimael Guzmán comenzaba sus acciones armadas. Por entonces, Aponte tenía 13 o 14 años. La policía le atribuye haber participado en la colocación de un coche bomba en la puerta de Palacio de Gobierno en 1986. Desde 1988 habría pasado a ser jefe militar de Sendero en el Alto Huallaga. La policía considera que era el cuadro senderista con más experiencia en la zona. Consultado por Página/12 sobre el impacto que la muerte de Clay tendrá sobre Sendero Luminoso, Carlos Tapia, un estudioso del senderismo, señaló que “éste es un golpe muy importante contra Sendero, porque Clay se había convertido en una especie de mito para los rezagos senderistas y conocía a la perfección la zona. Sendero no va a poder reemplazarlo; quien ocupe su lugar no tendrá ni su liderazgo ni su amplia experiencia”. En opinión de Tapia, el impacto de la muerte de Clay sobre Sendero Luminoso será de tal magnitud que “lo más probable es que el grupo senderista del Alto Huallaga se desarticule en relativamente poco tiempo”.