Aníbal Ibarra pretende dar el próximo jueves una clara señal del apoyo que tiene entre los porteños y ayer dio un primer paso en ese sentido: se rodeó de dirigentes políticos, representantes de organismos de derechos humanos y entidades sociales, personalidades de la cultura y el deporte y familiares de víctimas de República Cromañón para convocar a marchar ese día a Plaza de Mayo en rechazo a su destitución. “Esta marcha no es contra nadie, sino a favor de las instituciones”, manifestó el jefe de Gobierno, quien remarcó que “todos asistimos a un proceso que la tragedia y la sociedad no se merecían” y advirtió que “la política no puede usarse para hacer cualquier cosa”.

La manifestación del jueves que viene a las 18 a Plaza de Mayo será la tercera que hace el ibarrismo desde que la Legislatura porteña dispuso a mediados de noviembre pasado la suspensión de Ibarra. La primera movilización fue a una semana de la apertura del juicio político y los ibarristas lograron reunir a unas quince mil personas en la puerta de la Jefatura de Gobierno. El mes pasado los ibarristas volvieron a salir a la calle y realizaron un abrazo a la Legislatura el día en que comenzaron las audiencias del proceso contra Ibarra.

El esquema esta vez es similar al de la primera: el ibarrismo aparece acompañado en la convocatoria por organizaciones sociales y de derechos humanos, así como también por referentes de la cultura y el deporte, aunque en esta oportunidad exhibe muchas más adhesiones que entonces. Además, en el anuncio de la marcha no sólo estuvieron con Ibarra dirigentes de su propio espacio político, sino también varios kirchneristas. Los organizadores descuentan que el 2 de marzo habrá más gente en Plaza de Mayo que en la manifestación de noviembre pasado.

“Hubo una terrible tragedia que nos provocó un inmenso dolor, pero la sociedad esperaba otra cosa: que no hubiera mercantilismo político y que no se desplegara la política del buitre, a ver quién se queda con la tajada más grande”, dijo Ibarra en su llamado a la movilización.

El jefe de Gobierno recorrió los barrios en los últimos días y también se reunió con distintos actores sociales para comprometerlos con el éxito de la marcha, cuyo anuncio buscó el mismo efecto: fue en el Palacio San Miguel y reunió a muchas de las figuras que lo apoyan. Se sentaron en la mesa con Ibarra su abogado defensor Julio Strassera; el dramaturgo Roberto “Tito” Cossa; Lita Boitano, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, la Madre de Plaza de Mayo Vera Jarach y tres familiares de Cromañón: Juan Carlos Santillán, Gladis Coronel y Nancy Palma.

Detrás se mezclaron políticos con representantes de los distintos sectores de la sociedad porteña: desde la senadora kirchnerista Marita Perceval y el titular del bloque K en la Legislatura, Diego Kravetz, hasta el sacerdote Luis Farinello, los actores Dora Baret y Jorge Luz y las diputadas Diana Conti y Silvana Giúdici, pasando por su hermana Vilma Ibarra y el pintor Luis Felipe Noé.

Ibarra remarcó que en el juicio político “no hubo ni un solo testimonio que justificara la destitución” y remató: “La convocatoria a esta marcha no es por Ibarra, es por todos nosotros. Va a ser también una expresión a favor de la investigación y el esclarecimiento total de la tragedia”.