El calendario escolar empieza a correr a partir del lunes y el Gobierno, en tiempo de descuento, anunció que el piso salarial docente para once provincias –que representan el 30 por ciento del sistema– se elevará de 710 a 840 pesos a partir del 1O de marzo. “Por primera vez en muchísimos años, ningún docente estará por debajo de la línea de pobreza”, dijo el presidente Néstor Kirchner al dar a conocer la noticia en la Casa Rosada junto a los gremios docentes y al ministro de Educación, Daniel Filmus. “No va a haber conflictos para el inicio de clases”, se atrevió a pronosticar el ministro, en diálogo con Página/12, y precisó que “otras diez provincias están por encima de ese piso y en tres, Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires y Mendoza, se está discutiendo”. Pocas horas más tarde, en territorio bonaerense la perspectiva de normalidad se puso en duda: los gremios rechazaron la oferta salarial por más que se garanticen los 840 pesos de inicial y blandieron posibles medidas de fuerza nada menos que en la jurisdicción que representa más de un tercio del sistema educativo del país (ver aparte).

Las once provincias en las que repercutirá el aumento son Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes, San Juan, Jujuy, Salta, Tucumán, Entre Ríos, La Rioja y Santiago del Estero. En esas jurisdicciones el sueldo inicial está en 700 y pasará a 840 pesos. “La Nación está dando lo que falta para alcanzar este nuevo piso, pero hay que tener en cuenta que estamos en un país federal y no existe una ley que nos permita fijar pisos salariales comunes para las provincias porque son autónomas”, señaló Filmus. En los hechos, al establecer un salario piso obliga a las jurisdicciones a tomar ese monto como valor testigo.

El secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Hugo Yasky, destacó que el aumento “está enmarcado en el artículo 9 de la Ley de Financiamiento Educativo que prevé la constitución de un Programa Nacional de Compensación de Desigualdades Salariales Docentes, que se nutre con parte del 40 por ciento del incremento presupuestario que aporta la Nación y está destinado a las provincias más desfavorecidas”. Filmus señaló que, a diferencia de lo que sucedió el año pasado, “cuando los aumentos se resolvieron después de los conflictos y los chicos fueron víctimas de ese tipo de negociación, estamos tratando de acordar antes para que las clases empiecen sin conflictos. A través de los docentes los que se beneficiarán son los chicos, no es una medida corporativa hacia los docentes sino una mejora para diez millones de alumnos”.

Mosaico multicolor

La complejidad de la composición del sueldo docente y las diferencias entre jurisdicciones son dos variables que enmarañan toda negociación y tornan grandilocuentes los anuncios generalizados. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires el salario inicial está en 750 pesos en blanco, de los cuales 640 están integrados por el básico y las sumas remunerativas y bonificables, 110 son del incentivo salarial que financia la Nación. Como la mayoría de la planta docente tiene una antigüedad de diez años, con lo cual cobra en bruto 892,88 pesos más el incentivo, el aumento del salario inicial no incide en su bolsillo. “Apenas para el 2 por ciento de los 50 mil docentes porteños la elevación del inicial implica un incremento. El setenta por ciento de los docentes porteños tiene dos cargos o trabaja en jornada completa y en promedio cobra entre 1600 y 2000 pesos”, explicó a este diario uno de los dirigentes que está negociando con el gobierno porteño una recomposición. Por eso, una de las reivindicaciones que plantean y que excede al sector es el aumento del mínimo imponible del impuesto a las ganancias, que actualmente está en 1800 pesos.

El miércoles próximo se realizará un encuentro de la comisión salarial que encabeza la secretaria de Educación, Roxana Perazza, con los quince gremios docentes de la ciudad. La discusión es cuánto se integra al salario básico o se liquida como remunerativo y/o bonificable, de forma tal que incida sobre el cálculo de antigüedad –que a los veinte años equivale al 120 por ciento del sueldo– y se contemple para los descuentos sociales y jubilatorios. El piso de 840 se va a otorgar y el tire y afloje no permite avizorar conflictos. Otro ejemplo, en Santa Fe, el sueldo inicial está en 980 pesos y en Córdoba en 948 pesos.

Desde la cartera educativa nacional se destaca la decisión política de recomponer los sueldos docentes. “Un tipo que recién empieza y trabaja en dos cargos va a cobrar casi 1700 pesos, no es lo que se necesita pero es más que lo que recibe un médico. Un profesor de secundario debutante con cuarenta horas rondará los 2500 pesos”, detallan. El problema es que en muchas casos los montos en negro –no remunerativos ni bonificables– distorsionan toda la escala porque achatan la relación entre los cargos y entre los nuevos y los experimentados. La política de haber otorgado montos fijos como recomposición tuvo como efecto colateral el envejecimiento de la planta docente, porque como el haber pasivo se calcula sólo sobre el básico los maestros y profesores siguen dando clases a pesar de haber superado la edad jubilatoria.

El escenario no está despejado, pero para Yasky ayer “la Ctera logró un triunfo histórico al conseguir el inicio de la aplicación de la Ley de Financiamiento Educativo con la constitución del fondo compensador para atender a las provincias más postergadas”. El congreso del gremio avaló el acuerdo con el Gobierno pero abrió el paraguas: decidió “respaldar todas las demandas y acciones de los gremios de base con presencia activa de la Ctera en las provincias donde los gobiernos no accedan a resolver las demandas en el marco de cumplimiento de la Ley de Financiamiento”.

La mayor tensión está concentrada en la provincia de Buenos Aires, aunque desde la Nación confían en que durante la próxima semana se acerquen las posiciones. El lunes 27 no se prevén problemas en Chubut, Formosa, Río Negro y Tierra del Fuego, donde los chicos vuelven a clases. El 1O de marzo es el turno para Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Misiones, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe y Tucumán. El lunes 6 es el día D para el resto, entre ellas Buenos Aires, Capital y Mendoza, las tres jurisdicciones donde los acuerdos no están sellados.