Viernes, 24 de febrero de 2006 | Hoy
EL PAíS › LA CAMARA BAJA APROBO ENVIAR EL DIFERENDO CON URUGUAY A LA CORTE INTERNACIONAL
Con la abstención del ARI y el PRO, la Cámara de Diputados aprobó ayer la decisión del gobierno nacional de presentar el diferendo con Uruguay por la instalación de las papeleras ante la Corte Internacional de La Haya. Hubo festejos de la barra de entrerrianos.
Por Adriana Meyer
Con aplausos, los diputados nacionales aprobaron la declaración de apoyo a la decisión de Gobierno de acudir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el diferendo originado en la instalación de las plantas de celulosa en Uruguay. Así no sólo dieron respaldo político a la iniciativa de Néstor Kirchner de llevar la controversia por las “papeleras” ante la Justicia internacional, sino que además se pronunciaron en el sentido que había pedido la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú. Ellos, junto a representantes de ATE Entre Ríos, festejaron anoche desde los palcos de la cámara cuando los diputados levantaron sus brazos para votar. Un problema en el sistema hizo que la votación se hiciera a mano alzada. El ARI y PRO prefirieron abstenerse. Y aunque el resto de la oposición acompañó la iniciativa, destacó que el Gobierno tuvo una actitud tardía y errática en el conflicto. El ex canciller y actual diputado Rafael Bielsa volvió a defender su gestión y el discurso más encendido, con tintes nacionalistas, lo pronunció Carlos Ruckauf. A media tarde, el vicepresidente segundo de la Cámara, Fortunato Cambereri, instó a los legisladores a acortar sus exposiciones porque “los aviones se van”, en alusión a los regresos a sus respectivas provincias.
Pasadas las 12, varias decenas de militantes entrerrianos que se oponen a la instalación de las plantas se ubicaron con sus banderas en los palcos para seguir el debate.
El oficialismo se negó a agregar al texto la mención a una medida cautelar que frene la construcción de las plantas, y tampoco accedió al pedido del radical entrerriano Daniel Varisco para incluir las palabras “instar” al Poder Ejecutivo para que accione de manera “perentoria”. Por lo tanto, la declaración de la Cámara de Diputados expresa su apoyo “para que, en caso de resultar necesario, el Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, someta ante la Corte Internacional de Justicia el diferendo originado con la República Oriental del Uruguay”. Anteayer el Senado se expresó en forma similar.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Jorge Argüello, advirtió que “no es cierto que el diálogo comienza cuando los cortes se levantan, sino cuando la construcción (de las plantas) se detiene. Y enseguida agregó: “No venimos a buscar el apoyo del Congreso en nombre de un perimido nacionalismo”. Sin embargo, el diputado y ex canciller Carlos Ruckauf afirmó que “la bandera de (José) Artigas flamea orgullosa en manos entrerrianas mientras en Uruguay la tienen escondida”. Y criticó las simpatías hacia el Frente Amplio que hay en Argentina.
El radical Federico Storani se encargó de alertar sobre la conformación de la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas, con sede en La Haya. “No tenemos que abrir falsas expectativas, como si fuera que hoy votamos recurrir a La Haya y el problema está arreglado”, expresó. Y mencionó que la presidenta de ese tribunal, la británica Rosalin Higgins, premió a Irlanda del Norte por la utilización de la misma tecnología que se cuestiona a las papeleras española y finlandesa que se construyen en suelo uruguayo. Un poco más tarde, el duhaldista Francisco De Narváez hizo su primer discurso como diputado. Y la cordobesa juecista Norma Morandini interrumpió su discurso, al parecer molesta por “la premura y el desinterés” de sus pares.
El jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, opinó que “la estrategia de confrontación puede terminar siendo negativa para nuestros vecinos de Gualeguaychú”. Ayer el diputado Mauricio Macri no participó de la sesión. Por su parte, el socialista Hermes Binner advirtió sobre las dilaciones que puede enfrentar el caso en La Haya y el arista Carlos Raimundi consideró que “debilita mucho” presentarse ante un tribunal internacional “cuando no se trata de un país respetado por la defensa de su calidad ambiental”. A su turno, Eduardo Macaluse y Claudio Lozano alertaron sobrelos tratados de protección de inversiones que, como en este caso, contienen una cláusula que indemniza a las empresas en caso de “protestas ambientales”.
Los legisladores entrerrianos repasaron la historia del conflicto. El diputado y ex intendente de Gualeguaychú Emilio Martínez Garbino pidió más tiempo para hablar argumentando ser “protagonista” del asunto. Y Lucio Godoy aludió a Chacho Alvarez al decir que “hay un representante argentino en el Mercosur, que no es la primera vez que dice cosas que nos afectan, por lo cual hay que darle un mandato claro”.
Cerca del cierre, fue la kirchnerista Rosario Romero quien respondió las acusaciones de coimas contra el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, por parte del uruguayo Mario Benedetti. “Un querido poeta ha agredido al gobernador, es la impotencia porque no tienen argumentos”, aseguró la entrerriana.
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