EL MUNDO › LAS GRANDES POTENCIAS CONDENARON EL DESAFIO DE PYONGYANG

Corea probará una bomba atómica

En sintonía con Irán, que rompió sus negociaciones con Occidente para frenar su plan nuclear, Corea del Norte subió la apuesta y anunció su primera prueba. Los expertos creen que en un año podría terminar su bomba.

 Por Anne Penketh *

El conflicto de Occidente con Irán y Corea del Norte sobre su capacidad nuclear tomó un giro peligroso después del fracaso de las conversaciones sobre el programa iraní y la promesa de Pyongyang de llevar adelante su primera prueba nuclear. El estado comunista provocó una fuerte respuesta de Estados Unidos, Japón y Europa ayer, cuando emitió una declaración anunciando que debido a la “amenaza de sanciones y guerra nuclear” de Estados Unidos, llevaría a cabo una prueba nuclear. La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte decía que la prueba se llevaría a cabo “en el futuro” y “bajo la condición de que la seguridad esté firmemente garantizada”. Aunque Corea del Norte dice haber producido armas nucleares, nunca realizó una prueba nuclear.

Ayer, las esperanzas de que Irán pudiera ser inducido a frenar su programa nuclear desaparecieron después de que el funcionario europeo que había mantenido conversaciones discretas con el jefe negociador iraní les informó a los ministros europeos y a Estados Unidos que habían fracasado. Como resultado, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Rusia y China– acordaron discutir las sanciones económicas contra Teherán “en la próxima semana” en las Naciones Unidas, dijo un importante funcionario británico.

Rusia, que se ha resistido a las posibles sanciones dirigidas a obligar al liderazgo iraní a aceptar una suspensión de su programa de enriquecimiento de uranio antes de negociar un paquete de incentivos, siguió insistiendo ayer que el tema debía resolverse a través de negociaciones. El funcionario británico reconoció que “hay diferencias en los detalles”, pero que las grandes potencias de la ONU acordaron adoptar medidas gradualmente más coercitivas. Como primer paso, se espera que éstas apunten a las exportaciones a Irán que podrían usarse para sus programas nuclear y balístico.

Condoleezza Rice, la secretaria de Estado de Estados Unidos, que está actualmente en una gira por Medio Oriente, puede discutir el tema Irán en Londres con otros socios europeos más adelante. Hablando en El Cairo dijo que “la única elección para la comunidad internacional es cumplir con los términos” de la resolución de la ONU que le ordenó a Irán congelar su programa nuclear o enfrentarse a las consecuencias. “Y eso es imponer sanciones”, dijo. Los expertos occidentales creen que aunque Irán y Corea del Norte no están coordinando su estrategia, están observando mutuamente cómo resultan sus acciones.

La guerra del Líbano, en la que la milicia pro-iraní sobrevivió a un largo mes de vapuleo por parte del ejército israelí, se considera como un factor en la resolución del liderazgo iraní de rechazar las demandas de la ONU de detener su programa, que no está tan adelantado como el de Corea del Norte. Los ataques militares contra Irán son vistos ahora por Teherán como improbables a raíz de la proclamada “victoria” de Hezbolá en el Líbano. Irán dice que su programa nuclear es con fines pacíficos, pero Estados Unidos y Europa creen que su programa civil podría ser una cobertura para construir un arma.

La larga disputa con ambos países está entrando ahora en una fase impredecible. Nadie sabe cómo puede reaccionar Irán ante las posibles sanciones de la ONU. Teherán podría cumplir con su amenaza de usar petróleo com arma, o retirarse del tratado de no proliferación nuclear, como lo hizo Corea del Norte en 2002. Tampoco se sabe cuán efectivas puedan ser las sanciones, sobre todo si las potencias del consejo de Seguridad son cuidadosos de no tomar medidas que puedan afectar a la población general en Irán.

Pero aunque la Casa Blanca y el Departamento de Estado advirtieron que una prueba “provocadora” e “imprudente” sólo podría conducir a un mayor aislamiento para Pyongyang, Washington señaló su preferencia por resolver la disputa a través de canales diplomáticos. El embajador de Estados Unidos ante la ONU, John Bolton, instó a los miembros del Consejo de Seguridad a discutir los próximos pasos.

En una temprana señal de la línea dura tomada por el nuevo gobierno de Japón, encabezado por Shinzo Abe, el canciller, Taro Aso, dijo que los planes de pruebas nucleares de Corea del Norte eran “totalmente imperdonables” y que Tokio reaccionaría “severamente” si ese país realizaba la prueba. Corea del Norte fue conminada a volver a las conversaciones con las seis partes –incluyendo ambas Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón– que ha boicoteado durante todo el año pasado. De acuerdo con los funcionarios británicos, a Irán le falta un año para manejar la tecnología de enriquecimiento que podría conducir a la producción de una bomba.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Misiles que fueron exhibidos en un desfile en 1992, de las fuerzas militares de Corea del Norte.
 
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