La sola mención de la posibilidad de que el candidato K en la ciudad de Buenos Aires surja de una interna abierta en la que participe también Alberto Fernández dividió ayer las aguas entre quienes pretenden competir el año próximo con los colores del kirchnerismo. “Jorge Telerman no va a competir en una interna con Daniel Scioli y Fernández porque son dos hombres que provienen del centroderecha”, advirtieron desde la Jefatura de Gobierno porteño. El vicepresidente, en cambio, no reprobó la idea, pero descontó que el postulante oficialista saldrá por consenso y le dedicó una ironía a Telerman: “Voy a recorrer la ciudad como pienso que hay que gobernar: no dando discursos, sino intercambiando propuestas con los vecinos”. “Telerman no pertenece al espacio kirchnerista, no es el elegido por Néstor Kirchner y él solo se autoexcluye”, replicó también Víctor Santa María, uno de los escuderos del jefe de Gabinete.

Fue justamente Santa María quien propuso que Fernández, Telerman y Scioli diriman en una interna abierta quién será el candidato kirchnerista a jefe de Gobierno. El titular del Suterh es el principal aliado del jefe de Gabinete en el peronismo porteño. Su propuesta y su definición de que “es el mejor por lo que representa y el proyecto que tiene” vino a reforzar la sensación de que a Fernández no le desagrada la idea de postularse en la ciudad en las próximas elecciones.

En la Jefatura de Gobierno advierten desde hace tiempo que es por esa supuesta pretensión –y no sólo por la pésima relación que tienen– que Fernández le pone palos en la rueda a la candidatura de Telerman y salieron rápidamente al cruce de la propuesta de Santa María. Quien fijó posición fue el secretario de Prensa y Difusión de la comuna, Oscar Feito.

“Rechazamos esa idea de interna abierta. No formamos parte del mismo espacio de Scioli y Fernández porque provienen del centroderecha”, expuso el funcionario, con quien el jefe de Gobierno consulta sus decisiones políticas. También aclaró que “mientras Kirchner no nos diga otra cosa, avanzamos en el armado de la candidatura” y explicó que Telerman se propone articular una alianza con “el socialismo, sectores del ARI, del radicalismo y del ex ibarrismo representado por el sector de Raúl Fernández”. Sobre los dirigentes encabezados por el secretario de Gobierno porteño, Feito añadió que “dieron un paso importante al diferenciarse de Aníbal Ibarra” con el lanzamiento del Foro Porteño.

“Si se trata de Scioli, que no cuenten con el socialismo”, reaccionó el titular de ese partido en la ciudad y ministro de Descentralización porteño, Roy Cortina, y se encolumnó con Telerman. “Es el único que puede hacer confluir los dos grupos de centroizquierda, como son el kirchnerismo y referentes del resto de los partidos, como el ARI, la UCR y los independientes”, evaluó. Los demás aludidos por Feito optaron por el silencio. En el entorno de Fernández consideraron innecesario inmiscuirse en lo que consideraron “una interna del peronismo”.

Desde otro lugar, Santa María no dejó pasar lo de Telerman. Además de afirmar que se “autoexcluye” porque “no pertenece al espacio kirchnerista”, recordó que el jefe de Gobierno “fue funcionario de (el ex presidente Carlos) Menem, de (Antonio) Cafiero y estuvo en la SIDE” y remató: “Aunque la mona se vista de seda, mona queda”.

Scioli no entró en cuestiones del pasado –que podrían caberle a él mismo que debutó en la política de la mano de Menem o también al jefe de Gabinete, quien condujo en años del menemismo la Superintendencia de Seguros de la Nación–, pero eso de gobernar “no dando discursos” estuvo destinado a Telerman, quien el último fin de semana dio un mensaje televisivo por los diez años de la Constitución porteña. La ironía la deslizó en un acto ante trescientos vecinos en San Telmo –el mayor de los que ha hecho hasta ahora– que le organizó el legislador Alberto Pérez, quien sí remitió a los antecedentes del jefe de Gobierno. “Que quien fue embajador en La Habana con Menem cuando la Argentina votaba en contra de Cuba en la ONU diga que el vicepresidente y el jefe de Gabinete de este gobierno son de centroderecha es cuanto menos esquizofrénico”, apuntó.