Martes, 6 de marzo de 2007 | Hoy
Aviones norteamericanos lanzaron dos bombas en una casa. Las muertes de ayer se sumaron a las de otros 16 civiles el domingo.
Por Justin Huggler *
Nueve civiles, incluyendo a cuatro niños, fueron muertos en Afganistán cuando aviones estadounidenses lanzaron bombas sobre su casa de barro. Sus muertes llegaron en medio de una gran indignación en Afganistán, después de la muerte de 16 civiles a manos de marines de Estados Unidos un día antes. Fueron dos días desastrosos para los estadounidenses en Afganistán. Primero los marines, al tratar de llegar a un lugar seguro después de haber sufrido una emboscada, dispararon a lo loco en uno de los caminos más transitados del país, matando a gente inocente que pasaba por ahí. Y ahora los aviones estadounidenses han lanzado dos poderosas bombas sobre un hogar de familia, matando a niños de entre seis meses y cinco años. El año pasado el presidente Hamid Karzai lloró cuando les pidió a los soldados occidentales que tuvieran más cuidado para evitar matar a civiles inocentes. Pero las matanzas siguen.
Gulam Nabi les contó ayer a los periodistas cómo sus padres, su hermana, su sobrino y cuatro de sus hermanos habían muerto en los ataques aéreos. Estados Unidos dijo ayer que había bombardeado después de que militantes dispararan un cohete a la base de la OTAN en la provincia de Kapisa. “Las fuerzas de la coalición observaron a dos hombres con AK-47 que dejaban la escena de los ataques con cohetes y entraban al complejo”, dijo el teniente coronel David Accetta, un vocero del ejército. “Estos hombres pusieron en peligro a civiles al retirarse a un área muy poblada mientras llevaban a cabo ataques contra las fuerzas de coalición.” El “complejo” era el pequeño grupo de chozas de barro donde vivía la familia de Nabi. Esos ataques aéreos destruyeron totalmente la casa en la que estaba la familia, dejando sólo pedazos de barro.
Kapisa, al norte de Kabul, queda un poco alejada del centro de la insurgencia y ha estado relativamente libre de ataques. Si la base de la OTAN está siendo atacada, es una señal de cuánto se ha extendido la insurgencia. Las muertes de los parientes de Nabi ocurrieron un día después de que los marines mataran a 16 afganos civiles en la provincia oriental de Nangarhar. Ayer hubo una creciente crítica a las fuerzas de Estados Unidos, cuando el gobierno afgano anunció que llevaría a cabo una investigación. El Ministerio de Interior afgano abiertamente cuestionó la declaración del ejército de Estados Unidos de que los marines estuvieron bajo fuego de los militantes y lo estaban devolviendo.
Y la agencia de noticias Associated Press dijo que los soldados de Estados Unidos borraron filmaciones y fotografías de los civiles muertos de las cámaras de sus periodistas y les advirtieron que no publicaran ninguna imagen de lo que había sucedido. El incidente tuvo lugar después de que un convoy de Estados Unidos fuera el blanco de un terrorista suicida en una autopista muy transitada. Los testigos dicen que cuando se retiraban de la escena del ataque los marines de Estados Unidos abrieron fuego indiscriminadamente contra automóviles y peatones en la ruta.
“Los vi darse vuelta y disparar en esta dirección, luego darse vuelta y disparar en aquella dirección”, dijo Ahmed Najib, de 22 años, que recibió un disparo en el hombro. “Vi cómo los estadounidenses le disparaban a un campesino.” Inicialmente, Estados Unidos dijo que 16 civiles habían muerto, pero desde entonces ha variado la cifra a 8 sin explicación. Los marines dicen que estaban devolviendo el fuego. Un oficial estadounidense que insistió en el anonimato les dijo a los periodistas que “no había dudas en la mentes de los marines de que les estaban disparando”.
Pero un vocero del Ministerio del Interior afgano, Zemeri Bahsary, dijo ayer: “La coalición dice que tienen pruebas de que los hombres armados abrieron fuego. Pero yo creo que los disparos venían del lado de Estados Unidos”. Y dos altos oficiales afganos, que pidieron no ser nombrados, dijeron que no habían hallado evidencia que apoyara las declaraciones de los estadounidenses. Es raro que el gobierno afgano hable en contra del ejército de Estados Unidos. Associated Press dijo ayer que presentaría una protesta al ejército de Estados Unidos después de que un fotógrafo y un cameraman, ambos afganos, fueron amenazados y las imágenes de la matanza que tenían en sus cámaras fueron borradas por los marines estadounidenses. Los imágenes mostraban a una 4x4 en la que habían muerto tres civiles, según el fotógrafo Rahmat Gul.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère
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