Fidel Castro volvió a aparecer. Esta vez no optó por un editorial como venía haciendo en las últimas semanas, sino que se mostró en dos fotografías junto a un dirigente chino de alto nivel. Las imágenes fueron difundidas por los diarios oficiales Granma y Juventud Rebelde y sirvieron para reforzar los rumores de una posible reaparición del veterano líder cubano en el tradicional acto del Día del Trabajador, el próximo 1º de mayo.

Las fotos muestran a un Castro con manos delgadas, vestido con su ya tradicional ropa deportiva, junto con Wu Guanzheng, miembro del Comité Permanente del Buró Político y secretario de la Comisión Central de Control Disciplinario del Partido Comunista Chino. El veterano se muestra, sentado y de pie, sonriendo y conversando con sus visitas. “El encuentro fue sumamente profundo y fructífero sobre los diversos temas abordados”, aseguró Granma en su edición de ayer. Según la prensa oficial, la reunión duró alrededor de una hora y discutieron principalmente sobre las relaciones entre los dos gobiernos y los dos partidos comunistas. El delegado chino también aprovechó para entregarle a Fidel una carta con los saludos de su par chino, Hu Xintao.

Inmediatamente después, el delegado chino se reunió con el hermano menor de Fidel y actual presidente en funciones de la isla, Raúl Castro. En este encuentro discutieron sobre temas más concretos. Firmaron un Convenio de Cooperación Económica y Técnica y unas modificaciones al Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones.

Después de la caída de la Unión Soviética, China se convirtió en el principal socio comercial de Cuba, posición que hace unos años le robó la Venezuela de Hugo Chávez. El intercambio entre los dos gobiernos comunistas asciende hoy a unos 1800 millones de dólares anuales, que incluyen las importaciones de la isla para sectores como la energía, el transporte, la salud, la educación y la agricultura. La potencia asiática, por su parte, le compra a Cuba níquel, azúcar, medicinas y productos de biotecnología. Guanzheng continuará esta semana su gira por Latinoamérica, que lo llevará a Colombia y a Chile.

Desde mitad de marzo, las apariciones de Fidel se sucedieron cada una o dos semanas. Primero fue con la foto junto al escritor y Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez, que difundió el diario de Bogotá El Tiempo. Más tarde, con los editoriales en Granma. En los primeros dos cuestionaba el plan global de Estados Unidos para fomentar la producción de biocombustibles, especialmente el etanol. Fidel incluso llegó a criticar a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, por su alianza con George Bush en este tema.

La última señal que había dado Castro fue el 11 de abril cuando publicó su tercer editorial en el diario Granma. En él acusaba al gobierno de Estados Unidos por la entonces inminente liberación del anticastrista Luis Posada Carriles. En su artículo, el dirigente cubano llamaba a masivas protestas en la isla, especialmente para el próximo 1º de mayo, coincidiendo con una de las celebraciones más importantes del año para los cubanos, el Día del Trabajador. Desde aquel editorial, sobrevuela la posibilidad de que el líder de la Revolución Cubana aproveche esa fecha y esas movilizaciones multitudinarias para hacer su gran reaparición pública. Estos rumores no hicieron más que fortalecerse cuando la semana pasada Chávez, su principal interlocutor, aseguró que su amigo y mentor estaba “casi totalmente recuperado”.

Sin embargo, no es la primera vez que alguien cercano al veterano líder cubano augura su vuelta al poder. Ya lo hizo Chávez en otras oportunidades y también su par boliviano, Evo Morales. Lo cierto es que ya pasaron casi nueve meses desde que Fidel Castro apareció por última vez en público, el 26 de julio pasado durante el acto por el aniversario del asalto al cuartel Moncada en 1953. Cinco días después, el veterano dirigente publicaba una carta en la que transfería sus poderes a su hermano Raúl para operarse de un problema intestinal, que aún hoy sigue siendo un misterio.