El gobierno de Colombia dijo ayer que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) asesinaron “vilmente” a los once ex diputados regionales que mantenían secuestrados desde hacía 5 años y volvió a rechazar que hayan muerto en fuego cruzado con militares.

En tanto, la organización guerrillera anunció que ayudará a que los familiares de las víctimas reciban los cadáveres, pese a lo cual sumó la condena de Amnistía Internacional (AI) y un pedido de alto el fuego del segundo grupo guerrillero de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, remarcó que al Poder Ejecutivo no le queda “ninguna duda” de que los ex legisladores fueron asesinados y ponderó la conformación de una comisión investigadora para que el mundo se entere de cómo fueron ejecutados. La Defensoría del Pueblo encabezaría una comisión internacional que se encargaría de recoger los cadáveres de los ex legisladores departamentales, y en la que habría también representantes de la Cruz Roja y de la OEA.

“Queremos que el mundo sepa exactamente las condiciones en las que fueron ejecutados, asesinados vilmente estos secuestrados por las FARC”, explicó el ministro, y dejó abierta la posibilidad de que la cúpula de las FARC no estuviera al tanto de que sus subalternos hayan asesinado a los ex diputados del Valle del Cauca.

Los familiares de los fallecidos reclamaron en un comunicado la entrega de los cuerpos. “En momentos de tanto dolor lo único que mueve esta iniciativa es tener la posibilidad de despedir a los seres queridos como cada familia tiene derecho y tener un último contacto físico con quienes por más de cinco años no fue posible”, aseguraron.

La recuperación de los cadáveres es clave para los análisis de balística que revelarían si los ex diputados murieron por tiros de gracia o no, algo que, especulan medios bogotanos, podría haber ocurrido ante la presencia de otro grupo armado cerca de la zona.

El diario El Tiempo señaló que “hostigamientos de ‘paras’ no desmovilizados, de sicarios o del mismo ELN, con el que las FARC han librado una batalla a muerte, podrían haber hecho pensar a los insurgentes que se trataba del Ejército”.

En tanto, las propias FARC anunciaron a través de una carta de su vocero, “Raúl Reyes”, que entregará “a la brevedad” los cuerpos, aunque condicionó ese paso a que “no haya combates ni presencia de autoridades en la zona”.

“Nos sumamos a las voces de condolencia y haremos los esfuerzos pertinentes para coordinar la pronta entrega de los despojos mortales de los dolientes”, señaló “Reyes” en la carta enviada a Fabiola Perdomo, vocera de los familiares.

El presidente Alvaro Uribe visitó anoche a las familias de los muertos para expresarles sus condolencias, y sostuvo que era poco probable que los secuestrados estuvieran todos juntos y que hubieran muerto en fuego cruzado. “Cosas incomprensibles. Mientras liberamos a (el jefe rebelde) Rodrigo Granda, liberamos a 150 de las FARC y están los europeos hablando con ‘Raúl Reyes’, estos bandidos de las FARC están asesinando a los diputados”, lamentó el jefe de Estado.