El presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, fue llamado a juicio político. El Consejo de Etica de la cámara recomendó ayer su desafuero por pérdida de decoro parlamentario debido al menos a ocho irregularidades en su mandato. Con un congreso implicado durante los últimos años en escándalos de corrupción, la decisión del consejo contra Calheiros, perteneciente al oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), abre un nuevo conflicto para el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. No obstante, el proceso contra el congresista aún debe ser corroborado en otras instancias y su resultado podría conocerse la semana próxima.

El informe con la recomendación del desafuero, aprobado por once votos contra cuatro y una abstención, reflejó las sospechas de que Calheiros recibía dinero de Claudio Gontijo, lobbista de la empresa constructora Mendes Junior, para solventar gastos de una hija extramatrimonial que el senador tuvo con su amante, la periodista Mónica Veloso. El documento, elaborado por los senadores Marisa Serrano y Renato Casagrande, admitió que no pudo comprobarse que Gontijo financiara gastos personales del senador, pero consideró que tampoco Calheiros pudo demostrar que tenía fondos suficientes para cubrirlos.

“El titular del Senado no podría haber pagado los valores relativos a los gastos privados con los recursos que dijo poseer”, indicaron los relatores del caso sobre la base de los documentos presentados por Calheiros en la investigación realizada por la Policía Federal. El informe acusó además a Calheiros de “la práctica reiterada de irregularidades fiscales” y de suministrar “informaciones no verdaderas” al Senado.

El informe aprobado ayer se refiere solamente a una de las denuncias lanzadas en los últimos meses contra el senador. Sin embargo, el Consejo de Etica tiene en consideración otras dos denuncias contra el acusado, todas divulgadas en la prensa local, como una que lo acusa de ser socio oculto de emisoras de radio, lo que no es permitido por ley, y otra de recibir sobornos de ministerios comandados por su partido.

Ahora el mandato del Consejo será elevado a la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara alta. De ser aprobada –en votación secreta–, la propuesta será elevada la semana próxima al pleno del Senado, donde Calheiros posee una fuerte base de apoyo y confía en evitar que los que proponen su desafuero obtengan la mayoría absoluta de votos de los 81 senadores. El legislador del PMDB inculpado se ha declarado inocente de todas las acusaciones. “La palabra renuncia no existe en mi diccionario”, dijo.

Pese al resultado de la votación del Consejo, los defensores de Calheiros en el Senado también se manifestaron optimistas sobre el desenlace del proceso. “La votación de hoy no es parámetro de nada, no sirve como referencia. Con el voto secreto en el plenario será diferente”, consideró el senador del PMDB Almeida Lima.

En tanto, la decisión de la comisión del Senado implicó un nuevo revés para el presidente brasileño, en tanto Calheiros pertenece al PMDB, la mayor fuerza política del país y principal aliada dentro de la coalición gobernante del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. El llamado a juicio político se produce una semana después de que el Superior Tribunal Federal (STF) decidiera abrir procesos penales contra 40 personas, entre ellas siete encumbrados miembros del PT, acusados en el escándalo de sobornos por más de 20 millones de dólares, conocido como “mensalao”.

Una mancha más se suma al Congreso brasileño que, afectado en los últimos cuatro años por la corrupción, vio renunciar en 2005 al presidente de la Cámara de Diputados y perdió la confianza de la población.