Autoridades brasileñas arrestaron entre el lunes y ayer a 56 agentes acusados de aceptar sobornos a cambio de ayudar a narcotraficantes. Los detenidos pertenecen a la corrompida policía militar (PM) del municipio de Duque de Caxias, vecino a Río de Janeiro, en un caso más que se suma a los 5381 procesos de investigación que inició la propia PM contra agentes del estado.

Río de Janeiro tiene dos graves problemas. Uno es el narcotráfico y el otro es la policía militar –de uniforme castrense– que en vez de combatirlo tiene miembros que participan del cartel, informaron fuentes consultadas por Página/12. Ahora la corrupción de Río salió a la luz en Duque de Caxias donde ayer la propia policía militar detuvo a cuatro efectivos de su fuerza, luego de capturar a 52 agentes el lunes cuando llegaron a las comisarías donde trabajan.

“Esa operación demuestra que estamos realizando un trabajo serio en lo que se refiere a desviaciones de conducta entre policías”, expresó el secretario provincial de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame. Desde 2004, agregó el funcionario, 637 soldados de la policía militarizada fueron expulsados y otros 348 se encuentran presos.

Según investigaciones, los 56 agentes detenidos –así como otros tres, que se encuentran prófugos– informaban previamente a los narcotraficantes sobre operativos policiales para que salvaran a sus jefes y por ello los efectivos recibían coimas que oscilaban entre 1000 y 2000 dólares por mes. Además hay indicios de que los policías liberaban criminales presos a cambio de dinero, informó el diario brasileño O Globo.

Los oficiales acusados de asociación para el tráfico de drogas y corrupción fueron identificados a través de investigaciones de la policía civil. “Hicimos un trabajo de inteligencia desde febrero para desestructurar el narcotráfico en la región”, informó el comisario Andre Drumond, comandante del operativo.

Si bien los arrestos son un duro golpe a la corrupción, generan preocupación porque implicarían una drástica reducción en el efectivo policial de Duque de Caxias, donde viven unos 780.000 habitantes. “Eso va a traernos problemas, porque ya tenemos a pocos agentes, pero preferimos que policías de este tipo están presos a que sigan actuando en las calles como lo hacían”, afirmó Beltrame.

Según un organismo de la PM, un total de 348 policías militares están presos y 161 fueron excluidos de su cuerpo. El arresto de agentes de ayer se produce después de que en diciembre del 2006 fueran detenidos 78 oficiales de la policía militar y cuatro inspectores de la policía civil involucrados en la guerra del narcotráfico.