Todo está listo para acelerar las reformas neoliberales en Polonia. El gobierno de los hermanos Kaczynski tocó fondo ayer tras la victoria de Donald Tusk, de la liberal Plataforma Cívica (PO), en las elecciones legislativas anticipadas. Según el boca de urna, PO tendría entre el 43,7 y el 44,2 por ciento de los votos, por encima del partido conservador Derecho y Justicia (PiS), del primer ministro Jaroslaw Kaczynski, que habría arañado entre 30,4 y 31,3 por ciento de los sufragios. Entre 227 y 250 bancas son las necesarias para ganar la mayoría absoluta en el Congreso. En caso contrario, los liberales tendrán que formar coalición con otro partido, que según analistas podría ser el conservador Campesinos Polacos (PSL).

“¡Esperamos mucho tiempo!”, señaló Tusk, en medio del festejo de sus seguidores. El historiador de 50 años y ahora primer ministro se sintió aliviado luego de esperar más de tres horas por los primeros sondeos. “Esta seguramente fue la noche más larga de mi vida”, dijo llamando a la reconciliación de los polacos. Con los resultados preliminares, la Alianza Socialdemócrata y Neoliberal (LiD), del ex presidente Alexander Kwasniewski, obtendría el 12,2 por ciento de los sufragios y el conservador Partido de los Campesinos Polacos (PSL), un 7,9 por ciento, por lo que ambos serían parte también del nuevo Parlamento en tercer y cuarto lugar respectivamente.

Después de la derrota, el primer ministro polaco saliente congratuló al líder de los liberales. “Deseo éxito a Donald Tusk y lo felicito”, dijo Jaroslaw Kaczynski. “Nuestro camino, sin embargo, no se detiene aquí. Formaremos una oposición dura que pedirá cuentas de todas las promesas electorales”, aseguró quien decidió adelantar las elecciones meses atrás luego de echar a dos de los tres partidos de la coalición gobernante.

Algunos analistas creen que la crisis de los gemelos comenzó debido a las políticas impulsadas por los grupos destituidos, la populista Autodefensa y la ultraconservadora Liga de las Familias Polacas. El primer partido fue blanco de ataques por negocios sucios, mientras que la Liga se hizo conocida por sus propuestas radicales contra los homosexuales, el aborto y a favor de la pena de muerte. Este grupo católico atrajo la atención de los medios en mayo cuando propuso investigar a los Teletubbies, un programa de TV para niños, porque uno de los personajes sería homosexual.

A las seis de la mañana arrancaron los comicios para elegir al nuevo gobierno y renovar las dos cámaras del Parlamento que están representadas por 460 diputados de la Dieta, la Cámara baja, elegidos por sistema proporcional y 100 senadores por sistema uninominal mayoritario. En cambio, el presidente será renovado recién en 2010 por lo que Lech Kaczynski, el otro gemelo, seguirá en el poder, pese a que su hermano fue derribado en unas elecciones consideradas relevantes. “Son las elecciones más importantes desde 1989”, dijo tras votar el presidente de la Dieta, el conservador Ludwik Dorn.

Con una participación mayor a la de años anteriores, aunque aún limitada al 50 por ciento de los polacos, las elecciones de ayer confirmaron las últimas encuestas que daban por ganador al PO. Frente a una población escéptica después de años de neoliberalismo, el partido de Tusk suavizó su discurso en las últimas semanas y en vez de apelar a reformas liberales se centró en la pobreza y otras problemáticas sociales, señaló a Página/12 Andrzej Zebrowski, traductor y militante de Democracia de los Trabajadores, una organización que apoyó al progresista Partido Laborista Polaco (PLP).

Aunque la mayor parte de las privatizaciones fueron realizadas en los años ’90 y luego con el ingreso de Polonia a la Unión Europea en el 2004, el nuevo gobierno pondría un pie en el acelerador para continuar con esas políticas en aquellos sectores que aún siguen en manos del Estado en la mayor economía de Europa central. Los astilleros de Gdansk, donde surgió el movimiento Unión y Solidaridad, las minas de carbón y la electricidad son empresas que Tusk podría abrir al mercado, una tarea que los hermanos del PiS no pudieron llevar del todo a cabo, pese a que privatizaron muchos hospitales.

Mientras los analistas consideran que los liberales vencedores son europeístas a diferencia de los gemelos euroescépticos, Zebrowski cree que ambos partidos coinciden en apoyar la política de Washington, por lo que Plataforma Cívica también permitirá la instalación del escudo antimisiles norteamericano en Polonia, tras ser aprobada por los Kaczynski. Asimismo, el militante de izquierda, que apoya las políticas sociales del PLP, desconfía de las promesas de Tusk. “Si bien el PO apoyó el envío de tropas a Irak bajo el gobierno de los Kaczynski, ahora dicen que van a retirarse de la guerra”, señaló.

Tras recibir el apoyo de los mercados financieros, el nuevo premier generó expectativas en torno de la adopción del euro y una mayor apertura política respecto de Europa. Con un crecimiento anual del 6 por ciento, la economía parece acompañar a Tusk, aunque no a los dos millones de polacos que durante este año abandonaron el país en busca de mejores condiciones de vida.

Informe: Juan Manuel Barca.