Guatemala tiene nuevo presidente. Ayer se impuso Alvaro Colom, el candidato liberal de la Unión Nacional de la Esperanza (UNE), con un 52,82 por ciento de los votos en el ballottage. En unas elecciones con baja participación, Colom se convirtió en uno de los presidentes más votados tras el fin de las dictaduras militares. Pese a la desconfianza de algunos analistas, ahora el autodenominado socialdemócrata intentará llevar a cabo un ambicioso programa que según él tendrá resultados cien días después de su asunción, el 14 de enero. Tras recibir saludos de mandatarios centroamericanos, el nuevo jefe de gobierno anunció que atacará el crimen organizado, un problema que compromete al propio Estado guatemalteco.

Con el ciento por ciento de las mesas electorales escrutadas, Colom derrotó ayer al ex general Otto Pérez, del derechista Partido Patriota (PP), que obtuvo un 47,18 por ciento de los votos, de acuerdo con información oficial. Sin embargo, esta segunda vuelta fue una de las elecciones menos concurridas al registrarse un abstencionismo del 51,7 por ciento, una constante en todos los comicios desde el último régimen militar en 1986.

Después de conocerse los resultados, Colom lanzó una nueva promesa. “Empieza hoy mismo el cambio que el país esperó 50 años”, dijo el líder del mayor partido de Guatemala. Durante la campaña, el ahora presidente electo aseguró que en los cuatro años de su gobierno reducirá a un 20 por ciento la pobreza, que hoy afecta a un 56 por ciento de la población. Para ello prometió crear 700 mil nuevos empleos, construir 200 mil viviendas y llevar el Producto Bruto Interno (PBI) al 6 por ciento, por encima del 5 por ciento actual. “Guatemala es un país mágico, que merece un destino distinto, para que la igualdad, la solidaridad y la justicia social reinen”, destacó el ingeniero industrial.

Sin embargo, para alcanzar la reducción de la pobreza a esos índices el crecimiento económico tendría que ser de un 15 por ciento, señaló el analista económico de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asies), Luis Linares. “Es ambicioso”, dijo el investigador, para quien el nuevo presidente sólo llegará a cumplir un 5 por ciento de sus promesas, con suerte.

Entre sus objetivos, Colom destacó que la salud y la seguridad son necesidades urgentes que atenderá simultáneamente desde el primer día de gobierno, informó el diario madrileño El País. “Tengo la ventaja de tener un programa que me permitirá ofrecer resultados durante los primeros cien días”, dijo el futuro mandatario de Guatemala, un país con altos índices de desnutrición infantil y fuertes organizaciones criminales.

Para el líder de la UNE es importante manejar las regiones, donde las mafias del narcotráfico tienen libertad de acción, para detener el crimen organizado, que brota de las fuerzas de seguridad, partidos políticos y paramilitares. Pero la formación de Colom ha sido cuestionada durante la campaña cuando el jefe de estrategia de la UNE, José Carlos Marroquín, renunció tras denunciar amenazas de mafias supuestamente vinculadas con el propio partido. Asimismo la esposa de Colom, Sandra Torres, ha sido acusada de tráfico de influencias y malversación.

No obstante, Colom se comprometió en su plan de gobierno a profesionalizar la policía para bajar de quince a tres los homicidios diarios, así como eliminar los secuestros, que ocurren a razón de cinco mensuales. En esta batalla, Colom no está solo sino que cuenta con el asesoramiento del militar retirado Carlos Quintanilla, quien además de dirigir la seguridad del presidente electo trabajó en el diseño de la política de seguridad del programa del partido, informó la prensa local.

Si bien el 1º de diciembre se dará a conocer la integración del nuevo gabinete de gobierno, la prensa guatemalteca informó que un líder de la Iglesia Evangélica podría dirigir la Secretaría de Asuntos Específicos, mientras que un empresario de la industria maderera manejaría el Ministerio de Energía y Minas.