Desde Asunción

Finalmente, dado lo apretado de la agenda, no hubo una reunión bilateral de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el boliviano Evo Morales pero sí un contacto informal en el que conversaron sobre el resultado del referendo revocatorio del domingo pasado y sobrevolaron la cuestión del gas. Bolivia viene pidiendo inversiones argentinas para poder cumplir con los envíos acordados. La Presidenta también habló con Hugo Chávez acerca de la reciente adquisición de bonos de parte del venezolano que derivó en una baja de la cotización internacional. Pero más allá de esas cuestiones, Cristina Kirchner dijo estar “emocionada” por el cambio que, entiende, significa para Paraguay la llegada de Fernando Lugo a la presidencia y por las palabras que le dedicó a ella y al país en su primer discurso.

A la salida de la misa en la catedral de Asunción, Cristina Fernández, vestida con un implacable vestido floreado color bordó, cruzó unas palabras con PáginaI12.

–¿Cómo vivió este momento?

–Fue todo muy emotivo. Estoy emocionada por el resguardo del presidente Lugo para con la Argentina, su mención al país, a mí en su discurso, fue un golpe al corazón.

Un brasileño interrumpe y se saca una foto con la Presidenta.

–¿Vino a traerle un mensaje a Lugo?

–No, ningún mensaje.

Esta vez interrumpe una sobrina de Fernando Lugo, que comenta que acaban de confundirla con Cristina Kirchner. “Titina, titina”, cuenta que le dijeron.

–¿Cuál es la impresión que se lleva del presidente paraguayo?

–Me parece una persona muy comprometida, no sólo por una cuestión política, sino de vida personal. Es un importante cambio para Paraguay y para la región, siempre que los dirigentes aspiren a modificar lo que ha sido hasta ahora y aspiren a instruir a los que quedaron afuera. Quien haya escuchado su mensaje de hoy sobre la pobreza, la educación y la salud puede entender su importancia. Son elementos trascendentes porque todos los que tenemos convicciones democráticas y populares tenemos que lograr la cohesión social.

Terminada la ceremonia oficial, los presidentes participaron de un almuerzo que ofreció Lugo y poco después de las 17, Cristina Kirchner emprendió la vuelta a la Argentina a bordo del Tango 10, que siguió vuelo directamente hasta El Calafate, donde la Presidenta pasará el fin de semana largo.

El canciller Jorge Taiana explicó que el anunciado encuentro bilateral con Evo Morales había sido suspendido por falta de tiempo. Pero la formal se suplantó con informalidad y la Presidenta mantuvo un aparte con el boliviano, según confirmaron fuentes de la Cancillería. Por otro lado, el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, también comentó que Cristina Kirchner y Chávez conversaron sobre las consecuencias negativas que había disparado la reciente compra de bonos argentinos de parte del gobierno bolivariano.