El huracán Gustav amenaza la inauguración de la convención nacional republicana. Aunque el fenómeno climatológico dejó ayer la isla de Jamaica como una tormenta tropical, los especialistas estadounidenses advierten que podría volver a convertirse en huracán cuando llegue a las costas de Louisiana y Mississippi, las mismas que fueron azotadas por Katrina hace tres años. Si esto llegara a ocurrir los organizadores de la convención ya adelantaron que se suspenderán las ceremonias, al menos el acto de inauguración, programado para el lunes próximo. Según publicaba ayer el diario Washington Post, aunque la sede de la convención, Minneapolis, no se vería afectada, es muy dudoso que los republicanos hablen durante horas sobre lo que piensan hacer para ayudar al pueblo estadounidense mientras miles de personas huyen de sus casas y quedan desamparadas. Además, la administración de George Bush no puede permitirse manejar mal otra catástrofe natural, agregó el matutino. El mandatario, al igual que muchos de sus funcionarios, estarán presenten en por lo menos uno de los cuatro días que dura la convención. Según informó la Casa Blanca, recién el lunes se sabrá la intensidad con la que golpeará Gustav al Golfo de México.