Los jugadores de Boca y el cuerpo técnico estuvieron reunidos durante una hora y media en el vestuario de la Bombonera para hablar, con el objetivo de descomprimir la tensa situación que vivió el plantel en estas últimas semanas luego del cruce Cáceres-Riquelme, y de la polémica en torno de la salida de Caranta. “El solo hecho de tener la oportunidad de conversar es muy lindo porque se ve que el grupo es muy fuerte, muy grande y por algo se han ganado muchas cosas. El ser humano tiene sus errores, me tocó a mí, lo reconocí y está todo bien”, dijo el defensor Cáceres, que sostuvo que de ahora en adelante “el grupo pensará en el partido y en tratar de ganar porque es lo más importante”.