Barack Obama recibió en su despacho de la Casa Blanca a familiares de víctimas de atentados para explicarles su decisión de cerrar la cárcel de Guantánamo. “Puedo asegurarles que mi decisión de cerrar esa prisión hará más seguros a los Estados Unidos”, les dijo el presidente norteamericano a los familiares de las víctimas del 11 de septiembre y del atentado al destructor norteamericano USS Cole, en Yemen.

Cerca de 40 familiares se encontraron con el mandatario el viernes por la tarde. Durante un poco más de una hora. Obama respondió las preguntas de alrededor de 20 personas y defendió su decisión de cerrar el centro de torturas. “El presidente dejó en claro que su responsabilidad más importante es resguardar la seguridad del pueblo estadounidense. Explicó que la prisión de Guantánamo alentaba a muchos terroristas alrededor del mundo a dirigir su odio hacia los Estados Unidos y que su cierre, más que perjudicar, ayudará a enjuiciar a los responsables”, dijo la Casa Blanca en un comunicado. “El presidente quiere que los responsables de los atentados contra intereses estadounidenses reciban una justicia rápida y certera, pero a través de un marco legal y duradero que ayude a EE.UU. a combatir el terrorismo con más eficacia en todo el mundo”, agregó la nota. Según testigos, muchos familiares no se fueron convencidos. Pero el presidente les ofreció continuar dialogando. “Esto es tan sólo el comienzo de un diálogo franco y sincero”, afirmó el mandatario estadounidense al término del encuentro.

La reunión con Obama se produjo un día después de que la jueza Susan Crawford, la encargada de supervisar los juicios militares en Guantánamo, retiró los cargos de terrorismo al saudí Abd al-Rahim al-Nashiri, acusado de organizar y dirigir el ataque suicida contra el USS Cole.

El mandatario también pidió a los jueces militares en Guantánamo la suspensión durante 120 días de todos los procesos en curso a fin de revisar caso por caso la situación de los 245 detenidos que aún permanecen allí.

Desde entonces, comenzaron tratativas con la Unión Europea para encontrar países de acogida a los reclusos que vayan a ser liberados sin cargo alguno. El pedido de Obama ha generado un intenso debate en el viejo continente, donde algunos países estan dispuestos a colaborar, pero deben encontrar un marco legal apropiado.