Con argumentos a favor y en contra de la propuesta de enmienda constitucional terminó ayer en Venezuela la campaña por la reelección indefinida. El oficialismo desplegó todo su aparato e intensificó los esfuerzos proselitistas hasta último momento, mostrándose confiado en un triunfo en las urnas. El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que la victoria del SI tendrá implicancias históricas y aseguró que el triunfo será arrollador. “Tengo una fe engrandecida con respecto al resultado del domingo. El triunfo del pueblo, de la Constitución, será aplastante. He estado metido en la campaña, en las calles, a mano del ejército popular. Mi certeza en la victoria es infinitamente mayor que el 1º de diciembre de 2007”, aseguró el líder bolivariano en conferencia de prensa.

Chávez dedicó las últimas horas antes de la consulta popular a enfatizar que solamente con la permanencia de su gobierno la situación política del país se estabilizará y se podrá seguir mejorando la calidad de vida de los venezolanos. “Esta enmienda dará al gobierno más fortaleza en lo que estamos haciendo, más perspectiva. Con nuestro triunfo, disminuirán incertidumbres políticas que buscan desestabilizarnos. Podremos seguir mejorando nuestras políticas sociales que benefician a todos los venezolanos sin el apremio del tiempo, sin pensar que nos vamos y que ustedes se quedan sin sus conquistas”, señaló el mandatario.

A su vez, Chávez sostuvo que la comunidad internacional posee una doble vara para evaluar los procesos políticos, dependiendo del país del que se trate. En este sentido, aseguró que no considera para nada exagerada la cantidad de años que desea permanecer al frente de la presidencia de su país, estimando que ello se corresponde con los objetivos de la Revolución Bolivariana. “Diez años no es nada. No sé por qué se quejan. Es evidente que para encarar la transformación social de un país hace falta tiempo. Además, pienso en Felipe González en España, o Chirac y Mitterrand en Francia. ¿Cuánto tiempo estuvieron ellos en el poder? Ahí no dicen nada. Sólo aquí en Venezuela sería una dictadura. ¡Qué dictadura tan extraña!”, ironizó.

Por su parte, los líderes de la oposición, conformada por una coalición de 62 partidos políticos, consideraron que la actual propuesta de enmienda va en contra de los valores democráticos y que lo que busca es afianzar un régimen personalista.

“No se puede manipular invocando derechos y valores democráticos, pensando que el pueblo es tonto y no se da cuenta de que la idea es concentrar el poder en un solo hombre y disolver las instituciones”, remarcó Juan José Molina, diputado del opositor partido Podemos.

Luis Ignacio Planas, dirigente del partido Copei, dijo que el referéndum era divisivo. “El pueblo no quiere reelección, es un mecanismo inconveniente para la democracia. La propuesta de enmienda no resuelve los problemas. Queremos la unidad, la reconciliación, y eso es lo que podemos lograr votando NO”, señaló.

Para el dirigente estudiantil Daniel Smolansky la opción es clara: “Hay dos argumentos: la propuesta de reforma ya se rechazó en el 2007 y, sea cual fuere el resultado, no resuelve los problemas prácticos del país”.