En Honduras las calles, las rutas, los edificios públicos y ahora también los hospitales están militarizados. Ayer el régimen de facto dio orden de tomar el control de todos los hospitales estatales del país para contrarrestar la huelga nacional que comenzó hace 48 horas. “Nos militarizaron todos los hospitales, pero el paro sigue”, aseguró el presidente del Sindicato de Trabajadores del Hospital San Felipe, Elvin Canales, una institución 25 kilómetros al norte de Tegucilgalpa. En total se trata de ocho mil trabajadores de la salud, que prácticamente paralizaron las actividades en 28 hospitales y más de mil centros de salud. La decisión de sumarse activamente a la resistencia popular llegó después de que el régimen de facto comenzara a acosar a los maestros, el primer gremio que se declaró en huelga nacional indefinida a los pocos días del golpe de Estado del 28 de junio pasado. Son alrededor de 50 mil trabajadores en todo el país y ya cuentan con dos víctimas entre sus filas, el maestro asesinado con un tiro en la cabeza en una manifestación en las afueras de Tegucigalpa hace exactamente una semana y otro colega, que sufrió más de una decena de puñaladas después de participar del velorio de su compañero. Ayer la Justicia hondureña, la misma que viene ignorando todos los recursos presentados por los familiares de las víctimas, les pidió a las escuelas un listado con los nombres de los huelguistas.