El Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, felicitó a Barack Obama, pero le recordó que aún debe demostrar su compromiso con la paz mundial. “En primer lugar mis felicitaciones por la designación como Premio Nobel de la Paz 2009, esperando que dicha designación contribuya a fortalecer la paz en su país y en el mundo, frente a los conflictos y situaciones donde Estados Unidos está involucrado y puede contribuir a restablecer los lazos de cooperación y solidaridad entre los pueblos”, escribió el veterano defensor de derechos humanos en una carta pública que difundió ayer por la tarde. Con un tono amable, le recordó al nuevo Premio Nobel de la Paz que aún no cumplió con sus promesas de campaña: no cerró la cárcel militar en Guantánamo, Cuba, ni terminó con las guerra en Irak. “Además, en América latina es urgente terminar el bloqueo inmoral e injusto contra Cuba que ya lleva casi 50 años”, señaló.

Pérez Esquivel no escondió su sorpresa por la designación de Obama ni su escepticismo. “Estoy muy sorprendido por el premio dado a un hombre que es el presidente de un país que es el más agresor del mundo y que impone las cosas desde el complejo industrial-militar, las guerras y los conflictos”, fue una de sus primeras reacciones a la mañana, tras enterarse de la noticia. “Igualmente espero que este premio lo ayude a Obama a buscar los caminos para buscar la paz, pero uno quisiera ver la coherencia entre el decir y el hacer”, agregó.

Pérez Esquivel destacó algunos conflictos en los que el mandatario norteamericano podría tener una influencia decisiva. “La instalación de siete bases militares norteamericanas en Colombia no contribuyen a la paz; por el contrario, intensifica los conflictos y pone en peligro las democracias en Latinoamérica. Lo mismo sucede con el golpe de Estado en Honduras, que no podría haberse llevado a cabo sin la participación del gobierno de los Estados Unidos”, advirtió el hombre que en 1980 fue reconocido por su lucha por los derechos humanos durante la última dictadura argentina.

A los 78 años Pérez Esquivel se distancia de los tradicionales críticos de Washington y reconoce en Obama a un hombre de ideas progresistas. “Sé de sus valores humanistas y decisión de superar los graves problemas que afectan a su país y el mundo; que quiere hacer realidad el sueño de Luther King, ese gran luchador por los derechos civiles en su país, en superar las injusticias a fin de que todos y todas podamos sentarnos a la misma mesa de la fraternidad”, escribió el veterano dirigente social.

Como Premio Nobel de la Paz desde hace casi 30 años, se animó a hacerle una recomendación al presidente norteamericano. “Escuche la voz de los pueblos y no se deje manejar por quienes siempre buscan privilegiar el capital financiero, imponer sus propios intereses, económicos, políticos y militares, sobre la vida de la humanidad, son quienes destruyen el medio ambiente, las libertades ciudadanas y generan el hambre, la pobreza y marginalidad.”