Cerca de Lula

A sus 48 años, Ollanta Humala, comandante retirado del ejército y fundador del Partido Nacionalista, se postula por segunda vez a la presidencia. En el año 2006 ganó la primera vuelta con 31 por ciento, pero perdió en el ballottage con el actual presidente Alan García. En la segunda vuelta Humala obtuvo el 47 por ciento. Su candidatura fue la sorpresa de las elecciones. Su mensaje nacionalista y de rechazo al modelo económico neoliberal capitalizó el descontento popular de amplios sectores empobrecidos y marginados de los beneficios del crecimiento económico, especialmente en las zonas andinas del país. El locuaz respaldo que le dio el presidente venezolano Hugo Chávez, un personaje acusado permanentemente por la prensa peruana de autoritario y que genera amplio rechazo en Perú, fue clave para su derrota frente a García. Para estas elecciones, Humala ha formado una coalición, Gana Perú, con partidos de izquierda, movimientos sociales y gremios sindicales. Ha buscado desmarcarse de Hugo Chávez y se ha acercado a Lula, el ex presidente de Brasil. Humala ha sido acusado de violar los derechos humanos cuando como oficial del ejército combatió la subversión armada. El candidato de Gana Perú niega esa acusación y ha sido absuelto de ese cargo por el mismo juez que condenó a Fujimori a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.

Casado y padre de tres pequeños hijos, Humala saltó al escenario político cuando la dictadura de Alberto Fujimori (1990-2000) vivía sus últimos días. El 29 de octubre del 2000, el entonces comandante Ollanta Humala –cuyo nombre hace referencia a un mítico general inca– se sublevó en un alejado cuartel del ejército cercano a la frontera con Chile en contra del régimen fujimorista. Para entonces, el gobierno de Fujimori se desmoronaba en medio de los escándalos de corrupción. Humala se levantó al frente de medio centenar de soldados y exigió la renuncia de Fujimori. Los sublevados marcharon por los empobrecidos pueblos de los áridos cerros del sur andino. El levantamiento tuvo amplia cobertura mediática y terminó, sin que se haya disparado un solo tiro, cuando Fujimori huyó del Perú en noviembre. Humala fue encarcelado, pero luego amnistiado por el gobierno de transición democrática de Valentín Paniagua y reincorporado al ejército. Para entonces ya era un personaje popular. En diciembre de 2004 el gobierno de Alejandro Toledo lo pasó a retiro cuando era agregado militar en Corea del Sur. Humala regresó a Perú en 2005 y un año después estuvo cerca de llegar a la presidencia. Ahora lo intenta por segunda vez.

La heredera

Tiene 35 años y busca convertirse en la heredera política de su padre, el ex dictador Alberto Fujimori, en prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Keiko Fujimori busca llegar a la presidencia cerca de once años después de que en noviembre de 2000 su padre huyera del Perú cuando su régimen autoritario de diez años se desmoronaba y se refugió en Japón, la tierra de los abuelos de Keiko. Elegida congresista en 2006, la hija de Fujimori ha tomado la posta en la conducción del fujimorismo, movimiento político manejado como una dinastía familiar. Un segundo hijo de los cuatro que tiene Alberto Fujimori postula en estas elecciones al Congreso. En esta campaña, Keiko Fujimori ha reivindicado el régimen autoritario de su padre, considerado uno de los más corruptos en la historia del país. Versiones periodísticas aseguran que Alberto Fujimori dirige la campaña de su hija desde su prisión VIP en un cuartel policial.

Keiko Fujimori también ha sido involucrada en las denuncias de corrupción contra el gobierno de su padre. Ella y sus tres hermanos estudiaron en universidades de Estados Unidos. Keiko estudió administración de negocios en Nueva York y Boston. Una investigación fiscal y otra parlamentaria han determinado que los estudios de los hijos de Alberto Fujimori fueron pagados con dinero robado al Estado. Se ha calculado en más de 900 mil dólares lo gastado en los estudios de los hermanos Fujimori, que hacían constantes viajes entre Estados Unidos y Perú. Keiko Fujimori, quien fue la encargada de administrar ese dinero, ha dado explicaciones contradictorias sobre su origen.

Cuando sus padres se separaron en 1994, Keiko asumió las funciones de primera dama. En medio de la separación, Susana Higuchi, la madre de Keiko, denunció que su esposo la encerró en el Palacio de Gobierno y ordenó torturarla luego de que ella revelara públicamente que Alberto Fujimori se estaba enriqueciendo con las donaciones de los ciudadanos japoneses al Perú. Keiko Fujimori mantuvo silencio ante la denuncia de su madre y se quedó al lado de su padre como primera dama. Ha admitido que cuando su padre estaba en el poder intercedió ante él para que les otorgue el perdón presidencial a dos hermanas acusadas de narcotráfico. El perdón se dio. Keiko dice que lo hizo porque está convencida de la inocencia de ambas. El padre de ambas está siendo procesado actualmente por narcotráfico. Un indulto a Alberto Fujimori y su presencia decisiva en el gobierno de su hija es, según diversos analistas, el escenario más probable si Keiko llega al poder.

Viene de California

Alejandro Toledo, 65 años, fue presidente de Perú entre 2001 y 2006. En estas elecciones intenta retornar al poder. En los últimos cinco años estuvo viviendo en California, Estados Unidos, trabajando en la Universidad de Stanford, donde entre los años ’60 y ’70 estudió economía. Durante su gobierno apoyó la investigación y procesamiento de los funcionarios del régimen de Alberto Fujimori (1990-2000) acusados de corrupción, y formó la Comisión de la Verdad para investigar las violaciones a los derechos humanos durante la guerra interna entre 1980 y 2000. En materia económica, continuó con la política neoliberal que impuso el régimen autoritario de Fujimori. Su gobierno estuvo marcado por los escándalos protagonizados por su numerosa familia, que iban desde corrupción hasta violación sexual. El propio Toledo se vio envuelto en varios escándalos. El más grave fue su negativa a reconocer a una hija nacida fuera del matrimonio en los años ’90, lo que finalmente debió hacer ante la presión mediática. En esos años en el poder ganó fama de frívolo y amante del whisky. La combinación de escándalos y descontento social por la política económica hundió rápidamente su popularidad, que llegó a descender por debajo del 10 por ciento.

Alejandro Toledo nació en Cabana, un pequeño y apartado poblado andino del norte del país. Hijo de un albañil, creció en la pobreza. Es el octavo de dieciséis hermanos, siete de los cuales murieron a causa de la pobreza. De niño, el ex presidente fue pastor de ovejas. Su familia se mudó a la costa, al puerto de Chimbote, y Alejandro Toledo compartía sus estudios en el colegio con su trabajo lustrando zapatos en las calles. Recibió una beca para seguir estudios universitarios en Estados Unidos. Eso cambió el rumbo de su vida. Luego de graduarse en Stanford, trabajó en el Banco Mundial y otros organismos internacionales. En 1995 se postuló por primera vez a la presidencia. Obtuvo apenas el 3 por ciento. En el año 2000 volvió a intentarlo. En la recta final de la campaña, sorpresivamente emergió como la figura que podía parar la intención de Fujimori de reelegirse para un tercer período. Forzó una segunda vuelta con Fujimori, pero se retiró denunciando un fraude en marcha. La misión de observadores de la OEA respaldó su denuncia. Con Toledo fuera de la competencia, Fujimori se hizo reelegir. Toledo encabezó las protestas contra el régimen fujimorista. Luego de la caída de Fujimori en noviembre de 2000, el gobierno de transición convocó a elecciones para el año 2001 y Toledo derrotó en segunda vuelta al actual presidente Alan García. Ahora aspira a suceder a García.

Economista del establishment

Es el más veterano de todos los candidatos. Pedro Pablo Kuzcynski, o PPK, como lo conocen en Perú, tiene 72 años y más de 40 años trabajando para distintos gobiernos, pero se presenta como “lo nuevo”. Es uno de los más notorios miembros del establishment económico y defensor de la continuidad del modelo neoliberal, pero su lema de campaña es “vota por el gran cambio”. Encabeza una alianza de derecha, que incluye al conservador Partido Popular Cristiano, un partido evangélico y pequeñas agrupaciones regionales de derecha. Hijo de un médico alemán y una profesora francesa que emigraron a Perú en los años ’30, Kuczynski nació en Lima, se educó en Europa y Estados Unidos, y hace 30 años adoptó la nacionalidad norteamericana. Esto, sin embargo, no le impide postular a la presidencia, ya que, según la ley, los peruanos pueden tener más de una nacionalidad sin perder la peruana. Al inicio de la campaña anunció que renunciaría a su nacionalidad norteamericana, pero la renuncia no se ha concretado. Como ciudadano de Estados Unidos, en ese país es un contribuyente a las campañas del Partido Republicano.

Cuando tenía once años fue enviado por sus padres a Inglaterra para estudiar en un colegio internado. Luego estudió economía en Oxford y Princeton. Ha trabajado en organismos internacionales, como el Banco Mundial, y se ha dedicado a los negocios privados. Es un millonario financista y promotor de inversiones, conocido como lobbista de grandes grupos económicos. Tres veces ministro en distintos gobiernos, ha sido acusado de usar esos cargos para favorecer los negocios de empresas a las cuales ha estado ligado. Fue ministro de Economía y primer ministro en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), con quien ahora compite por la presidencia. Como ministro de Toledo fue el promotor del cambio de los contratos de explotación de gas para permitir su exportación en condiciones muy favorables al consorcio privado transnacional que explota el gas, perjudicando el abastecimiento interno. Esto ha generado una serie de protestas sociales. PPK tiene estrechos vínculos con la petrolera norteamericana Hunt Oil y la empresa argentina Techint, ambas integrantes del consorcio Camisea, que explota el gas peruano. La argentina Pluspetrol también es parte de este consorcio. En esta campaña, Kuzcynski se ha convertido en el candidato de la clase alta y media alta y ha tenido un amplio respaldo en los medios de comunicación.