La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s rebajó ayer la nota de la deuda soberana española, que cayó dos escalones, hasta ubicarla en BBB-, al borde del nivel que se conoce como bono basura. La firma mantuvo una perspectiva negativa para la economía peninsular, afectada por una profunda recesión económica que está limitando las opciones políticas del gobierno de Mariano Rajoy. Standard & Poor’s advirtió que España encara importantes riesgos en materia de crecimiento y ejecución presupuestaria, al tiempo que avisó sobre la ausencia de una dirección clara en la política de la Eurozona. En ese sentido, vislumbró dudas en algunos miembros del bloque para asumir parte del costo de la recapitalización bancaria, lo que termina siendo un factor desestabilizador.

A juicio de Standard & Poor’s, que criticó la respuesta del continente para revertir de forma permanente las difíciles condiciones de financiación a las que se enfrenta una gran parte del sector privado español, el marco político de los países que comparten la moneda única carece de previsibilidad. La agencia destacó también el aumento del desempleo y las restricciones del gasto como potenciales focos de tensión social y elemento de fricción entre el gobierno central y las autonomías. La cercanía de varias elecciones autonómicas y las dificultades financieras que atraviesan varias regiones hacen aumentar las tensiones entre los distintos actores políticos y, por lo tanto, provoca que los resultados de las políticas económicas y fiscales se diluyan, señaló S&P en un comunicado.

En materia de crédito, advirtió que su escasez es un problema mayor incluso que su costo, toda vez que no se aprecia un cambio de tendencia en unas cifras que han terminado debilitando la economía real. La rebaja de Standard & Poor’s se adelanta a la que planea anunciar este mes la agencia Moody’s, que hasta ahora mantiene una nota para España de Baa3, también al borde del bono basura.