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Líderes demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos se reunieron a puerta cerrada para intentar destrabar las negociaciones encaminadas a resolver la crisis presupuestaria que mantiene paralizada a la Administración federal estadounidense.

El presidente de la Cámara baja y el líder de la mayoría republicana, John Boehner y Eric Cantor, respectivamente, se reunieron en privado con los dos principales líderes demócratas de ese órgano legislativo, Nancy Pelosi y Steny Hoyer, según confirmó a la prensa el portavoz de Boehner, Michael Steel. Al parecer, esa reunión no logró romper el punto muerto en las negociaciones, según fuentes legislativas.

En paralelo, el presidente Barack Obama inició ayer una serie de reuniones con líderes demócratas y republicanos de ambas Cámaras del Congreso para tratar de resolver la crisis actual, que afecta a unos 800.000 empleados públicos y provocó la suspensión de numerosos programas federales. Obama se reunió ayer con líderes demócratas y hoy con todos los republicanos de la Cámara baja, para negociar formas de restablecer los programas afectados por el cierre parcial y aumentar el techo de la deuda nacional, que se alcanzará el próximo 17 de octubre.

Sin embargo, los republicanos sólo enviaron una delegación reducida de 18 miembros, incluyendo a Boehner y Cantor, de acuerdo con fuentes legislativas. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, emitió un comunicado en el que dijo que Obama está “decepcionado” porque Boehner impide la participación de todos los legisladores republicanos de la Cámara baja en la reunión de mañana.

Obama “pensó que era importante hablar directamente con los legisladores que impusieron esta crisis económica en el país sobre cómo el cierre (parcial) del gobierno y la incapacidad de pagar las facturas del país podrían devastar la economía”, explicó Carney. “El presidente hablará con cualquiera en cualquier momento y abrirá las puertas de la Casa Blanca, pero no les pagará un rescate a los republicanos. Si ellos quieren tener una verdadera discusión, deberían reabrir el gobierno y quitar de la mesa la amenaza de la morosidad”, puntualizó Carney.

Por su parte, al concluir la reunión con los principales líderes demócratas, Boehner dijo desde el pleno de la Cámara de Representantes que la intención es reabrir la burocracia federal y “proveer justicia a todos los estadounidenses bajo la ley sanitaria” de Obama. Boehner reiteró las críticas sobre el alcance y costo de la reforma sanitaria de 2010, a la cual calificó como el “descarrilamiento de un tren”.

“Necesitamos que se siente a mantener un diálogo sobre los grandes desafíos que afronta nuestro país”, subrayó Boehner al dirigirse a Obama.

Mientras tanto, los demócratas han cerrado filas con la Casa Blanca en el sentido de que están dispuestos a negociar con los republicanos, pero sólo si éstos resuelven primero la crisis por el cierre parcial de la administración y el aumento del techo de endeudamiento.