EL MUNDO
El hombre de Osama
Clive Williams, director de Estudios sobre el Terrorismo en la universidad nacional australiana, consideró ayer que la detención de Hambali es tan importante para Australia y el Sudeste Asiático como lo sería la captura del jefe de Al-Qaida, Osama Bin Laden, para EE.UU. Sin embargo, Williams subrayó que no se trata de un golpe mortal a la Jamaa Islamiya: “Esta detención fragmentará la organización, pero aún puede realizar operaciones de manera autónoma”. El jefe del Centro de Investigación Estratégica de Malasia, Abdul Razak Baginda, coincidió en el diagnóstico de que “se trata de un golpe psicológico, pero la JI continuará siendo una amenaza. Habrá otros Hambali”. “Tenemos al cabecilla, ahora hay que llegar hasta las células. Los terroristas kamikazes no necesitan organizadores”, indicó.