La aprobación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff alcanzó apenas el diez por ciento, apenas un punto por encima de la medición de junio, que marcó el punto más bajo de su popularidad desde que llegó al poder. La información revelada por la consultora CNI/Ibope reveló que el 69 por ciento de los ciudadanos evalúa su gestión como mala o pésima, y un 21 por ciento como regular. El sondeo indica que la caída desenfrenada de su respaldo popular se detuvo, aunque se mantiene cerca de los peores registros históricos para una figura presidencial. “La popularidad de la presidente Dilma se mantuvo inalterada entre junio y septiembre. Ninguno de los indicadores del estudio presenta una variación mayor que el margen de error”, señaló la consultora. La firma detalló además que los números empeoraron entre la población más joven pero se fortalecieron levemente entre la de mayor edad. “Perder la popularidad en el inicio del segundo mandato no es novedad, pero la caída de la presidenta Dilma fue la más intensa que la de quienes la precedieron en el cargo”, agrega el informe publicado esta semana. A la hora de calificar específicamente la manera de gobernar de esta economista de 67 años, el 82 por ciento de las personas sondeadas se mostró insatisfecha.