EL MUNDO
La violencia es cíclica
El derramamiento de sangre en el resto del país sugería que el ataque a la Faluja no sería un golpe demasiado duro a los insurgentes. En Bagdad ayer plantaron una bomba en una iglesia católica, hiriendo al menos a 35 personas. La pared externa de la iglesia St. Bahnam quedó destruida y la casa de al lado se incendió. Un coche bomba en el oeste de Bagdad mató a por lo menos un soldado norteamericano. En una de las más importantes autopistas hacia el aeropuerto, un suicida hizo explotar una bomba al paso de un convoy civil. Según testigos, al menos tres personas murieron. El grupo liderado por Abu Musab al-Zarqawi, el aliado jordano de Al Qaida, blanco principal de Estados Unidos en Faluja, reivindicó el atentado. En Ramadi también se registraban enfrentamientos con armas ligeras y cohetes entre rebeldes y soldados estadounidenses. Dos marines murieron en combate en la provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad. Cuatro iraquíes perdieron la vida en dos atentados con coche bomba al oeste y norte de Bagdad. Un coche bomba explotó frente a los servicios de urgencia de uno de los principales hospitales de Bagdad, provocando una cantidad indeterminada de víctimas, informó un responsable del Hospital Al Yarmuk.