EL MUNDO › HACEN SALTAR A UNA NUEVA “GARGANTA PROFUNDA”
Ultimas noticias de Nixon
Por M. E.
Desde Washington
Una de las figuras más misteriosas en la historia de la política norteamericana puede haber sido finalmente revelada ayer cuando Mark Felt, un ex director asistente del FBI, fue identificado en letra de imprenta como “Garganta Profunda”, la anónima fuente cuyo estímulo délfico a los dos jóvenes reporteros del Washington Post ayudó a hacer saltar el escándalo Watergate y derrocar al presidente Richard Nixon. Está nombrado en un libro por salir a la venta, The Bureau, la historia secreta del FBI por Ronald Kessler, un ex reportero investigador del Washington Post, según un diario rival, el Washington Times.
La declaración coincide con un brote de euforia de un autor rival, el ex consejero de Nixon en la Casa Blanca John Dean, una figura central en el escándalo, que está planeando celebrar el 30º aniversario del comienzo de Watergate revelando por Internet a su candidato a Garganta Profunda. Bob Woodward y Carl Bernstein, los dos reporteros y los dos únicos que conocen sin dudas la identidad de Garganta Profunda, han dicho que sólo revelarán la fuente cuando él o ella haya muerto. Varios sospechosos han muerto desde 1972, pero Felt está vivo, aunque enfermo, en California. Se dice que Woodward lo ha visitado en su casa hace tres años y Nora Ephron, la ex mujer de Bernstein, aparentemente hace tiempo que está convencida que es Garganta Profunda. También, según algunos eruditos de Watergate, lo estaba Nixon.
En la época de Watergate, Felt era el funcionario Nº 3 en el Bureau, pero había sido descartado para el puesto más alto tras la muerte de J. Edgar Hoover. Varios otros candidatos han sido nombrados a través de los años, incluyendo al jefe de Gabinete de la Casa Blance, Al Haig. Algunos dudan de que Garganta Profunda haya existido y creen que es la síntesis de un grupo de personajes, creada por Woodward y Bernstein para añadirle credibilidad y drama a su historia.
Por cierto funcionó. Ellos continuaron con la historia, que comenzó con un robo aparentemente rutinario en las oficinas del Partido Demócrata, hasta que resultó claro que había sido autorizado por altos funcionarios de la Casa Blanca y cubierto por el presidente. En 1974 Nixon se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos que renunció.