EL MUNDO › MURIO EL TITULAR DE LA CORTE DE EE.UU.
Una chance para Bush
Después de once años sin cambios en la Corte Suprema estadounidense, el presidente George Bush tiene la oportunidad de renovar dos vacantes. A lugar que dejó uno de los jueces que renunció hace un tiempo, se sumó ayer la muerte del presidente de la Corte, William Rehnquist, una de las voces más conservadoras del tribunal. Este nuevo asiento vacío promete una nueva batalla entre la administración Bush y la oposición demócrata. Rehnquist, murió el sábado a los 80 años por cáncer de tiroides. Bush le rindió homenaje ayer y se adelantó a las especulaciones: “Ahora hay dos vacantes en la Corte Suprema. Y servirá a los mejores intereses de la nación llenarlas” rápidamente.
Bush ya nominó en julio pasado a John Roberts, un juez de 50 años allegado a su Partido Republicano, para reemplazar a la jueza Sandra Day O’Connor que renunció en julio pasado. La confirmación de Roberts debería ser analizada la semana próxima por el Senado, pero los legisladores demócratas propusieron ayer posponer estas audiencias como respeto al fallecido Rehnquist. Sin embargo, los legisladores republicanos ya anunciaron que no creen que haya necesidad de demorar las audiencias sobre Roberts. La líder de la ONG National Organization for Women President (Organización Internacional para Mujeres Presidente), Kim Gandy, advirtió que Bush tiene la oportunidad “no solamente de alterar el delicado balance en la Corte Suprema, sino también de extender la ideología de derecha y el desprecio por los derechos individuales al tercer poder del Estado: el judicial”.
Dado que la Corte Suprema juega un papel crucial en el diseño del panorama político y social de Estados Unidos, una nominación de un segundo juez conservador en lugar del Rehnquist sería claramente rechazada por los legisladores demócratas. El senador demócrata Charles Schumer propuso que Bush le pida a O’Connor, que se retiró para cuidar de su esposo enfermo, que se quede como titular del poder judicial durante un año para lograr estabilidad y continuidad. “Ella es respetada por ambas lados (republicanos y demócratas). En un momento en el que la nación necesita unidad y estabilidad más que nunca”, explicó el legislador.
Rehnquist, designado durante el gobierno de Richard Nixon, era un duro opositor del aborto, los derechos homosexuales, el control de armas y la discriminación positiva para las minorías. Fue miembro de la Corte durante 33 años, 19 de los cuales los cumplió como presidente. En 1999 presidió el juicio político y absolución del presidente Bill Clinton en el Senado, en el marco del escándalo desatado por su aventura con la ex pasante de la Casa Blanca, Monica Lewinsky. Un año después, Rehnquist y otros cuatro magistrados elegidos bajo gobiernos republicanos ordenaron terminar con el recuento de votos en el Estado de Florida, lo que le dio la presidencia a George W. Bush.