EL PAíS › UNA ENCUESTA MUESTRA EXPECTATIVAS OPTIMISTAS PARA EL AÑO PROXIMO
Mayoría con las esperanzas intactas
La mayor parte de los encuestados tiene expectativas favorables respecto del futuro del país y de su situación personal para 2006. Así surge de una encuesta realizada por Ipsos-Mora y Araujo.
Por Raúl Kollmann
Más allá de las dificultades electorales que puedan presentarle distritos como la Capital Federal o Santa Fe, el Gobierno parte de una situación ventajosa: la mayor parte de los ciudadanos tienen notorias expectativas sobre el futuro inmediato del país, de la economía e incluso una sólida mayoría cree que su situación personal mejorará en los próximos 12 meses. Hay expectativas, aunque menores, en temas como la seguridad, la pobreza y la educación, siendo la cuestión de los piqueteros la única en que la gente piensa que las cosas van a estar peor en el próximo año. Respecto de la gestión del presidente Néstor Kirchner, también existe un largo listado de atributos que los ciudadanos evalúan como positivos.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Ipsos-Mora y Araujo que se basa en el modelo que utiliza la empresa Ipsos para evaluar el gobierno de Francia. En total se entrevistaron en sus domicilios a 1200 personas de todo el país, incluyendo grandes ciudades, el conurbano, dos localidades rurales y ciudades intermedias como Tandil, Comodoro Rivadavia o Itatí. En el estudio se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
En Francia no se le brinda al encuestado la posibilidad de contestar “regular”. La persona consultada debe definirse por una opinión positiva o negativa acerca del gobierno o de lo que se viene en el país. Desde el punto de vista metodológico se considera que el “regular” es una especie de refugio para el encuestado, bastante equivalente al “no contesta”, por lo que se busca que aún esas personas que no están convencidas de las virtudes o defectos de un gobierno igual se pronuncien.
En la Argentina, cuando se evalúa la gestión Kirchner aparece la discrepancia. En los trabajos en que se acepta el “regular”, el Presidente tiene alrededor del 45 por ciento de opiniones positivas, un 30 por ciento de regulares y muy pocas opiniones negativas, generalmente cerca del 10 por ciento. El resto son personas que dicen no querer opinar. En cambio, cuando se fuerza –como en Francia– a las personas a definirse, los índices de aprobación trepan al 70 por ciento o más.
En el trabajo de Mora, hecho al estilo francés, todos los atributos del Presidente figuran en altísimos niveles. Por ejemplo, el 76 por ciento sostiene que defiende los intereses de la Argentina en el mundo, tiene autoridad, inspira confianza y está cerca de la gente. Con menos aprobación, pero igual con nivel altísimo, figuran atributos como que tiene capacidad para conducir reformas, encarna el cambio y mantiene sus promesas. Por supuesto, que las opiniones negativas son más altas que en las encuestas que aceptan el “regular”, por lo que hay entre un 25 y un 30 por ciento que piensa que Kirchner no escucha las preocupaciones de los argentinos, que no tiene una visión clara del futuro del país y que no mantiene sus promesas.
El aspecto más sólido que hoy tiene Kirchner está relacionado con las expectativas. Nada menos que el 46 por ciento de los encuestados piensa que su situación personal va a estar mejor dentro de un año, contra apenas un 14 que cree que va a estar peor que ahora. El 40 por ciento evalúa que va a haber más empleo e igual proporción considera que la situación económica va a mejorar. En todos los aspectos claves, las expectativas positivas superan largamente a las negativas. En el único punto en que los encuestados creen que las cosas no van a mejorar es en lo relativo a los piqueteros.