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Ariel Sharon quedó libre de ser procesado por genocidio. Ayer, el tribunal de casación de Bruselas que rechazó la denuncia por tal delito presentada contra el premier israelí, al dictaminar que su ausencia de territorio belga impedía que fuese investigado por las masacres de Sabra y Shatila (1982). Los sobrevivientes de las matanzas en los campos de refugiados palestinos de Beirut habían denunciado a Sharon, quien era ministro de Defensa cuando Israel invadió el Líbano, ateniéndose a una ley aprobada en 1999 y que capacita a los tribunales belgas a juzgar crímenes contra la humanidad y delitos de genocidio, sin importar dónde hayan sido cometidos. Israel ayer se congratuló del triunfo de “la ley sobre la política”.