El candidato centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador no se da por vencido, a pesar de haber sido declarado perdedor en la elección por la presidencia mexicana. Argumentando que hubo muchas irregularidades, su equipo está preparando la presentación de numerosas impugnaciones, además de exhortar a los gobiernos extranjeros a no reconocer a Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), como ganador de los comicios del pasado domingo, porque eso sería una “acción injerencista e ilegal”. Eso no es todo. Hoy comienzan movilizaciones pacíficas en todo el país para exigir un recuento voto por voto. En esas movilizaciones Obrador se juega mucho: si son masivas, podrá mantener la presión sobre el aparato electoral para que revise lo actuado.

El jueves, el Instituto Electoral (IFE) informó a la opinión pública que Calderón fue “el candidato que obtuvo el mayor porcentaje de la votación”, imponiéndose a López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por 0,58 por ciento de los votos. Dicha acción del IFE fue declarada “ilegal” por el PRD por considerar que equivale a declarar “presidente electo” al candidato del PAN. “No hay ningún presidente electo”, indicó Ricardo Monreal, del equipo de campaña de López Obrador, quien agregó que “la única autoridad facultada para declarar a un ganador de la elección es el Tribunal Federal Electoral (TRIFE)”.

A pesar de las advertencias del PRD, el presidente de México, Vicente Fox, felicitó ayer a su correligionario Calderón por la victoria obtenida. “El presidente Fox me llamó esta mañana (por ayer) para felicitarme, lo que le agradecí enormemente”, comentó Calderón. El candidato del PAN fue saludado por líderes de todo el mundo, entre ellos el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. También Estados Unidos felicitó al pueblo mexicano por celebrar “elecciones libres y justas” y expresó su plena confianza en las instituciones democráticas del país latinoamericano. Calderón, quien ya se siente presidente, reafirmó ayer que buscará un compromiso con los otros partidos para gobernar. “Iniciaré a la brevedad un diálogo con todas las fuerzas políticas con el propósito de definir un programa de gobierno común que responda al interés de la mayoría de los mexicanos”, aseguró.

Aún queda mucho camino por andar para López Obrador, que no se rinde y sigue argumentando que en las elecciones hubo muchas inconsistencias. Hoy se llevarán a cabo manifestaciones pacíficas en todo el país para exigir un recuento voto por voto de la elección presidencial. “No haremos nada que afecte el Estado de derecho. Las expresiones y manifestaciones están amparadas en la Constitución, en nuestra libertad de expresión”, dijo Ricardo Monreal, del equipo de campaña del candidato centroizquierdista, asegurando que la jornada se desarrollará en un marco pacífico. “Vamos a iniciar un movimiento nacional en el Zócalo (plaza central), pero que indudablemente tendrá que extenderse a todo el país para que se luche por el respeto al sufragio”, agregó.