Si es por seleccionar, a esta hora del balance y nada más que por joder, yo armaría un equipo alternativo, de cuartos –es decir, eligiendo entre los que no llegaron a semifinales– y que además no incluya europeos. Y me le animo a cualquiera con esta selección, dirigida –y esto es importante– por el negro ayudante del técnico de Ghana, un valiente, el que se quedó hasta el final contra Brasil. Nada de miserias: a jugar, que se acaba el fútbol.

Y no es una apuesta disparatada. Estos tipos (señores jugadores, todos), tras la eliminación que padecieron y con el hambre que tienen de revancha y la terrible frustración que los acompaña desde hace diez días, se comerían la cancha. Y la llenarían de buen juego, además.

En el arco, el Pato o Dida, me da lo mismo. En el fondo, con línea clásica, le pondría unos mangos al viejo Cafú por derecha –tuvo tiempo para descansar unos días y está caliente– y a Juampi por izquierda, por razones de sangre. Los centrales serían Ayala, sin necesidad de explicar nada, y –corrido un poquito a su izquierda– el lujoso Iván Hurtado de Ecuador, un lujo de timing y elegancia, al que vi jugar siempre muy bien.

Mascherano de volante central, poniendo y corriendo a todos: si fue de menor a mayor, ¿qué mejor que ponerlo una vez más, para que siga creciendo? Por derecha, el terrible Essien, pistón de Ghana, y un Ronaldinho por fin sonriente, del otro lado. Arriba, en el medio, el grandote Drogba para que se entretengan los centrales y, sueltos de un lado y del otro, los Enanos nuestros: Messi por diestra y Tevez por siniestra.

Se me dirá que es Argentina reforzada. No tanto. Se me dirá que probablemente pierda con la Selección-selección del Mundial, llena de tanos y franceses sólidos y admirables. No creo: mi equipo tiene menos edad y mucho más atrevimiento. Van a correr como leones y saben con la pelota. “Le falta marca” puede alegarse. Es cierto. Pero estoy segurísimo de que cuando tenga la pelota le durará en los pies, va a hacer goles y jugar bien al fútbol que le gusta al mundo.

Que quede ahí.