Las autoridades palestinas esperan con ansias la llegada del secretario general de la ONU, Kofi Annan, que actualmente está en Beirut. A diferencia del Líbano, en la Franja de Gaza los ataques israelíes –aéreos y terrestres– no han cesado. Seis palestinos murieron y un soldado israelí resultó herido en diferentes enfrentamientos ayer. En Cisjordania, un ataque israelí dejó otro militante palestino muerto. En medio de un nuevo día de violencia, el vocero del gobierno palestino liderado por Hamas, Ghazi Hamad, criticó a los grupos militantes disidentes que continúan lanzando misiles cada vez que consiguen acordar con los israelíes la apertura de algún paso fronterizo o el retiro de parte de sus tropas.

El ejército israelí mató a cuatro hombres de la policía auxiliar creada por el movimiento radical islámico Hamas cuando, supuestamente, se acercaron de forma “amenazante” a un puesto fronterizo controlado por las tropas de Tel Aviv. Además, dos jóvenes palestinos murieron ayer. Uno como consecuencia de los disparos de soldados israelíes en un incidente todavía no aclarado y el otro cuando explotó un misil, presuntamente israelí. En Cisjordania, donde supuestamente las fuerzas israelíes han terminado su ofensiva militar, un miembro de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Al Fatah, murió al enfrentarse a un grupo de soldados israelíes que entraron a Ramalá, según dicen, buscando a militares palestinos que planeaban ataques contra Israel.

En lo que podría entenderse como una señal de acercamiento, Hamas aseguró que el soldado israelí que fue capturado el 25 de junio pasado en Gaza se encuentra en buen estado. El vocero del gobierno palestino explicó que siempre se ha mantenido en contacto con el padre del militar, Gilad Shalit, para informarle sobre la salud de su hijo, que ayer cumplió 20 años. El secuestro de Shalit fue el detonante de la ofensiva militar israelí contra Gaza, que desde ya más de dos meses está aislada.

El bloqueo israelí al principal paso fronteriza, el cruce de Karni, está provocando una crisis humanitaria, ya denunciada por la propia ONU. Por eso, Estados Unidos propuso ayer desplegar un contingente de 90 observadores internacionales para poder reabrir este punto fronterizo sensible entre Gaza e Israel. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ya adelantó que apoyará la propuesta de Washington, que todavía no ha sido comentada por el gobierno de Tel Aviv.