El venezolano Carlos Kauffman, uno de los detenidos en Miami por el escándalo de la valija, se declaró culpable de haber conspirado para que Guido Antonini Wilson no revelara el origen ni el destino de los 800 mil dólares incautados cuando intentaba ingresarlos en Argentina, en agosto pasado. Acusado de conspiración y de actuar como agente ilegal de la República Bolivariana en los Estados Unidos, Kauffman trocó su declaración de inocencia y admitió el primer cargo en su contra. A cambio de una reducción de la pena –que podría ser de hasta cinco años de prisión por conspirar–, se comprometió a colaborar con la Justicia aportando datos y pruebas. Ya es el segundo de los detenidos en Miami que confiesa y llega a un acuerdo con la Corte Federal. El 12 de mayo se conocerá la sentencia en su contra.

La defensa de Kauffman presentó la confesión el viernes pasado ante la jueza federal Joan Lenard. Pero recién ayer la información fue difundida por el fiscal de Florida Alexander Acosta y por el agente del FBI Jonathan Solomon. Además, la jueza estableció una nueva audiencia para el 31 de este mes y dispuso que en las próximas semanas se entreguen transcripciones de los documentos y las decenas de grabaciones obtenidas por el FBI. El inicio del juicio oral se espera para el 23 de junio.

Empresario, de 35 años, vinculado a la petrolera venezolana Pdvsa, Kauffman es uno de los cuatro detenidos en Miami por acosar a Antonini Wilson. Los otros son los también venezolanos Franklin Durán y Moisés Maionica –que se declaró culpable hace poco más de un mes– y el empresario uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello –a quien la jueza le denegó la semana pasada la fianza y la excarcelación–. El quinto acusado, José Canchica Gómez, está prófugo.

Página/12 accedió a los dos documentos presentados ayer. Según el “acuerdo de culpabilidad” –un mecanismo que fomenta el sistema judicial norteamericano para evitar la acumulación de juicios–, la fiscalía se compromete a recomendar la menor pena posible ante la jueza si Kauffman colabora con información completa y precisa, aporta documentos y evidencias sobre el caso y concurre a todas las audiencias o procedimientos que le sean requeridos.

El otro documento es la “base fáctica” del acuerdo. Confeccionado sobre la base de las grabaciones que realizó el FBI con la ayuda de Antonini Wilson –hoy testigo protegido y cuya extradición solicitó Argentina–, el informe reitera las maniobras que habrían realizado los cinco supuestos agentes, con conocimiento del Ministerio de Justicia de Venezuela y de la dirección de Inteligencia de ese país –la Disip–. El informe insiste en que Antonini Wilson no era el dueño de la valija y que la portaba por encargo de otro de los pasajeros a bordo del avión alquilado por la empresa estatal Enarsa. Se presume que la alusión apunta a Diego Uzcátegui Specht, hijo del ex vicepresidente de Pdvsa y ex titular de su filial argentina.

Durante uno de los varios encuentros mantenidos en bares y restaurantes de Florida entre agosto y diciembre de 2007, Durán le habría advertido a Antonini que el gobierno venezolano lo perseguiría si él decía que los 800 mil dólares no le pertenecían. Y Kauffman le habría advertido, algo elípticamente, que podría tener “problemas” en Venezuela si no colaboraba. Y Maionica se habría ocupado de aclarar que Pdvsa se haría cargo de todos los costos y penalidades contra Antonini. El documento no hace mención a lo que el fiscal Thomas Mulvihill ya dijo en varias oportunidades: que en las grabaciones consta que Durán le comentó a Antonini que los 800 mil dólares estaban destinados a financiar la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner.

Tras las declaraciones de culpabilidad de Kauffman y de Maionica, ahora la causa queda enfocada en Durán, ya que el rol del uruguayo Wanseele Paciello es considerado menor. Es decir que, si Durán siguiera el camino de sus coterráneos y admitiera su responsabilidad, el juicio oral perdería sentido. Pero ayer el abogado defensor de Durán, Ed Shohat, obturó esa posibilidad. Primero dijo que le deseaba “suerte” a Kauffman después de su declaración. Y acto seguido aseguró que su defendido no se declarará culpable y “afrontará el juicio”.