El Gobierno desplazó ayer al funcionario encargado de pagarle los subsidios a los productores agropecuarios y a la industria alimenticia. Se trata de José Portillo, titular de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), quien le dejará su lugar al ex director de la Aduana Ricardo Echegaray. El miércoles, Portillo había discutido con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, por la forma en que se están otorgando las compensaciones a las aceiteras. Por lo tanto, apenas trascendió su desplazamiento se especuló con la posibilidad de que Moreno nombrara a un delfín suyo en esa estratégica área. Sin embargo, Echegaray no responde al secretario de Comercio. Es un “pingüino” cercano al empresario Rudy Ulloa, que tiene línea directa con el ex presidente Néstor Kirchner. El desplazamiento forma parte de una reestructuración más amplia de la secretaría de Agricultura que se anunciará la semana próxima.

El secretario del área, Javier De Urquiza, fue el encargado de comunicarle la novedad a Portillo. “Es una orden de arriba”, le dijo a primera hora de la tarde. Para compensarlo le ofreció volver a la Dirección de Economía Agraria, donde se desempeñaba antes de asumir el cargo. Junto a él se va su vice, Jorge Artundo, un alfil del empresario aceitero Roberto Urquía, quien venía desempeñándose en el cargo desde la gestión de Marcelo Rossi.

El desplazamiento de Artundo no es un dato menor. Fuentes del Gobierno señalaron ayer a Página/12 que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no le perdonó a Urquía la posición que asumió durante el lockout agropecuario. El dueño de Aceitera General Deheza y senador nacional por la provincia de Córdoba primero apoyó tibiamente la implantación de las retenciones móviles, pero luego se dio vuelta y mientras se mantenían firmes los cortes de ruta pidió “la suspensión de las medidas que han generado el estado de situación actual”. Además, el día que los senadores oficialistas respaldaron al Ejecutivo, Urquía no bajó al recinto.

La respuesta por el desplante no se hizo esperar. El martes y el miércoles, Guillermo Moreno estuvo en la Oncca y le cuestionó a Portillo el modo en que se estaban otorgando las compensaciones destinadas a las aceiteras. Le pidió que se pague por las semillas que se utilizan para producir aceite destinado al mercado interno y no por la producción total, argumentando que la segunda opción perjudica al Estado. Portillo, un técnico del organismo, le respondió que la Oncca había estado pagando de acuerdo con como lo establecen las resoluciones y que el propio Moreno le había autorizado los desembolsos. La discusión subió de tono, pero finalmente no pasó a mayores.

Ayer, apenas se conocieron los desplazamientos, algunas fuentes vincularon la decisión con la pelea del miércoles, pero cuando se supo que llegaba Ricardo Echegaray quedó claro que las salidas no eran una consecuencia de ese enfrentamiento sino de una movida decidida por el matrimonio Kirchner que ya se venía gestando. Desde esa óptica, lo único que había hecho Moreno al retar a Portillo fue dejar en evidencia un cambio que a esa altura lo sabía inminente.

La Oncca también fue cuestionada en los últimos días porque pocas industrias concentraban un gran porcentaje de las compensaciones. Sin embargo, fuentes de la entidad aseguraron ayer a este diario que eso no fue por culpa de la Oncca sino por la fuerte concentración existente en la economía. Además, se destacó que en el último año se puso en funcionamiento un mecanismo que permitió desembolsar más de 1500 millones de pesos sin que se hubieran registrado escándalos por corrupción. Ahora se deberán comenzar a pagar los reintegros a los pequeños y medianos productores sojeros y se especulaba con que lo haría la Oncca, lo que incrementaría el poder del organismo. Sin embargo, en Economía informaron que esa tarea podría quedar en manos de la AFIP.

El nombramiento de Echegaray, ex director de la Aduana, sirvió además para confirmar su triunfo sobre el ex titular de la AFIP, Alberto Abad. A mediados de marzo los dos funcionarios protagonizaron un enfrentamiento público que selló la salida de ambos del gobierno. Sin embargo, el “pingüino” volvió rápido a ocupar un lugar clave, dejando a su segunda al frente de la Aduana.

Este no es el único cambio que se espera en la Secretaría de Agricultura. La semana próxima se formalizará una nueva estructura con cuatro subsecretarías. Ganadería, agricultura y forestación pasará a llamarse Producción agropecuaria y forestal y quedará a cargo del ex director del Mercado Central Ricardo Angelucci, un hombre enfrentado a Guillermo Moreno. Política agropecuaria y alimentos será reemplazada por Agroindustria y mercados, donde se nombrará a Jesús Leguiza, ex subsecretario en la década del ’90, durante la gestión de Felipe Solá al frente de Agricultura, secretario del área durante la efímera presidente de Adolfo Rodríguez Saá y asesor de Néstor Kirchner en temas agropecuarios desde la campaña electoral de 2003. En Pesca y acuicultura seguirá Gerardo Nieto. Mientras que a la nueva subsecretaría de Desarrollo rural y agricultura familiar podrían ir Osvaldo Lovey o Carlos Paz (ver aparte).