Un día antes de que comenzara el lockout agropecuario, el 12 de marzo pasado, la Inspección General de Justicia declaró “irregular e ineficaz” la no oficialización de una lista opositora a la conducción de la Sociedad Rural y, además, hizo caer la elección parcial para renovar autoridades del 27 de septiembre de 2007. Cultivar es Servir pretendía entonces enfrentar al oficialismo, pero no tuvo la posibilidad de hacerlo y el resultado fue que Luciano Miguens y su comisión directiva se mantuvieron al frente de la entidad sin pasar por las urnas. El fallo de la IGJ no tuvo difusión en los días siguientes (según parece, en la SRA no quisieron mostrarse divididos ante las autoridades) y se perdió el rastro de la resolución 235 firmada por la inspectora Débora Cohen durante poco más de un mes. Tampoco se divulgó que entre los fogoneros de la denuncia está el abogado José Licinio Scelzi, socio de la entidad, pero más conocido por ser defensor de represores de la última dictadura, de la actriz Elena Cruz, admiradora del genocida Jorge Rafael Videla y, además, de la familia García Belsunce.

En aquella elección de septiembre, Cultivar es Servir postuló a 17 candidatos para ocupar cargos de vocales generales titulares, vocales generales suplentes, vocales titulares para el consejo institucional y un vocal suplente para el mismo organismo. La lista opositora se presentó el 16 de julio de 2007 avalada por 116 socios, pero 11 días más tarde no se la oficializó por considerar que cuatro candidatos no cumplían los requisitos estatutarios. Del fallo de la IGJ se desprende que el oficialismo tomó una decisión “arbitraria y discriminatoria” que menoscaba “derechos esenciales en el marco de la renovación democrática de autoridades”.

Los denunciantes señalaron que no pudieron presentarse a los comicios porque se alegó que “cuatro de los candidatos propuestos no serían socios a título personal, siendo que corresponden a representantes legales de personas jurídicas”.

La resolución de seis carillas también reproduce las objeciones a los avales de la oposición y el pedido de ésta para que se convoque a nuevas elecciones, al que dio lugar la inspectora Cohen. Más adelante, el fallo se adentra en áridos aspectos jurídicos y destaca que el tema de los avales de Cultivar es Servir “se tornó irrelevante ya que de los 116 presentados fueron objetados 37, siendo lo requerido por el artículo 6 del Reglamento General para las decisiones asamblearias el mínimo de 50 avales...”

Por último, el organismo a cargo de Cohen sostiene un argumento que permite comprender por qué intimó a la Sociedad Rural para que convoque nuevamente a elecciones y es que “el actual estatuto en su articulado no prevé diferencias entre los asociados activos, sean éstos personas físicas y jurídicas”.

La oposición a Miguens, no por ser crítica de su política en la Sociedad Rural, apoya las retenciones del Gobierno ni mucho menos. En una carta de lectores publicada en el diario La Nación el 28 de abril de 2007, la mesa directiva de Cultivar es Servir sostenía que “el dictado de resoluciones inconsultas y peligrosas que revelan una total falta de conocimiento de cómo se desarrolla la economía agropecuaria, los ataques gratuitos a los productores, las amenazas veladas y presiones para disimular el fracaso de lo actuado y la inseguridad o la falta de políticas básicas de mediano y largo plazo, son causas suficientes para que el campo se mantenga unido frente a los agravios”.

En la última línea del texto firmado por Scelzi, Roque Luis Cassini, Sofía Laferrere, Alejandro Morgan, Federico Paris, Hernán Robredo y Eduardo Romer, había un mensaje admonitorio destinado a las elecciones del 28 de octubre que ganó Cristina Fernández de Kirchner: “No se olviden: el hombre y la mujer del campo también votan”.

Donde no pudieron votar fue en la Sociedad Rural. Y eso que en la página oficial de la entidad conducida por Miguens se convoca a “sumar socios activos o adherentes, pero socios al fin” para “que nadie se sienta marginado, y por el contrario, que todos se transformen en protagonistas”. Cartón pintado con la mano derecha.