Ellos se presentan como “el otro campo”, el campo de los productores, campesinos y aborígenes pobres. Están nucleados en un Frente Nacional Campesino que está en proceso de formación y representa a unas 250 mil personas. En medio del conflicto del Gobierno con el campo, se declaran en contra del lockout de las cuatro entidades del sector y ayer mantuvieron sendos encuentros con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza: pidieron políticas públicas dirigidas al sector.

“No apoyamos medidas conspirativas contra el pueblo argentino, estamos del lado de la democracia, del diálogo y este sector mayoritario del campo también tiene que estar incluido en la agenda del Gobierno y trabajar en políticas diferenciadas para este sector”, dijo Omar Romano, del Movimiento Campesino Jujeño luego del encuentro con Fernández.

Después de difundir un comunicado conjunto, las entidades de campesinos se reunieron a las 11 con Fernández. En el encuentro estuvo también Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Tras acordar la apertura de espacios de discusión con distintas áreas técnicas y sociales del Gobierno, mantuvieron una entrevista con De Urquiza y su equipo técnico.

En medio de la puja con el campo por las retenciones a la soja, los representantes del nuevo Frente mantuvieron una posición autónoma. Durante la primera etapa del conflicto apoyaron al Gobierno y no se plegaron a los cortes de ruta. Ahora mantienen la misma posición.

Aclaran que no son “campesinos K” ni están de acuerdo completamente con las medidas del Gobierno. Y creen que éste es un “momento histórico” para el kirchnerismo, en el que debe terminar con el modelo de concentración de la tierra (ver entrevista aparte).

El Frente Campesino está integrado por dos de los tres sectores en que se divide el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), el Movimiento Campesino de Formosa (Mocafor) y el Movimiento Campesino de Jujuy y Misiones, aunque cuenta con representaciones en otras provincias y con un espacio conocido como la mesa de Agricultura Familiar de Buenos Aires.

Durante la conferencia de prensa que dieron en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno, luego del encuentro con Fernández, sus representantes hicieron un diagnóstico público de la situación y de los resultados de la reunión. “Más del 75 por ciento somos pequeños productores, somos los que ponemos la verdura en el mercado local y a nivel nacional. No contaminamos la tierra con la soja y seguimos trabajando con caballos, mientras que otros sectores que son beneficiados y dicen representar a los pequeños productores cortan las rutas con maquinarias que cuestan millones de dólares”, dijo Romano.