El kirchnerismo pulía anoche en la Cámara de Diputados la estrategia parlamentaria para el debate sobre el proyecto del Gobierno que ratifica las retenciones móviles a las exportaciones de granos y oleaginosas. Durante toda la jornada –sólo interrumpida para asistir al acto de Plaza de Mayo–, la mesa de conducción del Frente para la Victoria volvió a hacer un conteo de la tropa propia y trazó un plan en sintonía con la Casa Rosada. El lunes se convocará a un plenario de las comisiones de Agricultura y Presupuesto que sesionará en forma permanente, donde también se abriría el debate de una “agenda agropecuaria” con una serie de proyectos cuyo tratamiento había trabado tiempo atrás el propio oficialismo. El kirchnerismo se mostró predispuesto a incorporar algunas variantes al proyecto, aunque éstas no incluirán las alícuotas ni la curva prevista para las subas y bajas de los precios internacionales de las commodities.

“No se trata de una aprobación a libro cerrado, no es un DNU ni tampoco un plebiscito. Se pueden modificar artículos, enteros o parcialmente, o incluir y sacar otros. Aunque no se podrá modificar las alícuotas, porque se trata de una resolución que es atribución del Ejecutivo: ahí habrá que votar por ratificarlas o derogarlas”, resumió el jefe de la bancada de diputados kirchnerista, Agustín Rossi, de regreso del acto en Plaza de Mayo y frente a la puertas de su despacho, donde lo esperaba en pleno la mesa de conducción de la bancada para una nueva reunión.

El proyecto que el Gobierno envió al Parlamento consta de seis artículos. El primero propone la ratificación en bloque de la resolución 125 del Ministerio de Economía, con las modificaciones del 13 de marzo y 30 de mayo, más las resoluciones complementarias del 18 de abril. El segundo mantiene la vigencia de las retenciones móviles hasta su ratificación por el Congreso. Los otros cuatro están dedicados a la creación, funciones y atribuciones del Fondo de Redistribución Social. El oficialismo está dispuesto a ratificarlo por completo, pero –adelantaron– no rehuirá al debate.

Como contrapartida, el kirchnerismo abrirá en las comisiones las puertas a otros proyectos complementarios, muchos de ellos impulsados desde la oposición. El presidente de la Comisión de Agricultura, el cordobés Alberto Cantero, ni siquiera fue a la plaza. Se encargó de revisar el largo listado de proyectos –incrementado notablemente tras el conflicto agropecuario– para armar una “agenda” alternativa. La iniciativa opositora sobre una nueva ley de arrendamientos sería una de las prioridades junto al proyecto oficialista que amplia las facultades de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).

La estrategia comenzó a trazarse ayer por la mañana en el bloque kirchnerista y se consolidó en la Casa Rosada. Allí se reunieron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, Rossi, el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner; el presidente provisional del Senado, José Pampuro, y los senadores Miguel Angel Pichetto y Nicolás Fernández. Las consignas fueron disciplinar los bloques tras el proyecto del Gobierno, garantizar los aliados y dar un debate amplio. Hasta podrían aceptar “alguna modificación” que no cambie la esencia del proyecto oficial.

“No hay fecha para llevar el proyecto al recinto. A partir de lunes vamos a dar debate en el plenario de las comisiones, pero no lo vamos a acelerar ni dilatar”, insistió Rossi. En su despacho lo esperaba el resto de la conducción del bloque. Una decena de diputados entre los que estaban Patricia Vaca Narvaja, Patricia Fadell, Carlos “Cuto” Moreno, Carlos Kunkel y José María Díaz Bancalari.

También participó de ese encuentro, aunque apenas algunos minutos, Felipe Solá, señalado como uno de los díscolos de la estrategia del Gobierno frente al conflicto con las entidades ruralistas. El encuentro y las posteriores cruces telefónicos dieron paso a los rumores sobre las supuestas deserciones que sufriría el oficialismo en el recinto. Quien hizo punta fue el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que les pidió a los diputados de su provincia que voten en contra del proyecto oficial.

Sin embargo, el kirchnerismo se mostró confiado en su propio conteo. “Tenemos el número necesario”, repetían los principales colaboradores de Rossi y Fellner. Aunque en estricto off the record admiten que tendrán algunas bajas –cordobeses y entrerrianos–, nada empañaba el optimismo oficialista. En el bloque tendrán, por lo menos, una semana por delante para palpar el comportamiento de todos sus miembros.

–¿Recibirán a las entidades agropecuarias en las comisiones? –le preguntaron los periodistas a Rossi.

–Las reuniones de las comisiones son públicas y abiertas. Si vienen espero que ya hayan levantado las medidas de fuerza –respondió el legislador santafesino.

Unas horas más tarde, la Mesa de Enlace ruralista extendió el lockout agropecuario hasta el viernes.