Sin invitados y en el Salón de Lectura del Senado, oficialistas y opositores defendieron sus respectivos dictámenes sobre las retenciones móviles en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Agricultura del Senado. El kirchnerismo llevará el próximo miércoles al recinto el mismo articulado que fue sancionado en Diputados, mientras que los opositores de la UCR, la Coalición Cívica y el peronismo anti K presentarán el próximo lunes un despacho propio, que se sumará a los que ya dieron a conocer Carlos Reutemann y el disconforme radical K Pablo Verani. La oposición pone en duda que el oficialismo tenga número suficiente para imponer su voluntad y jugará todas sus cartas a reunir las manos necesarias para rechazar el proyecto del Gobierno. Hasta ayer, sin embargo, el “porotómetro” le adjudica al oficialismo quórum propio y un triunfo ajustado pero “seguro” (ver aparte).

El debate y las opiniones giraron alrededor de distintas “virtudes” y “cuestionamientos” del proyecto oficialista y sobre la presentación de los dictámenes. El kirchnerismo dividió esfuerzos en lograr que sus dictámenes, en ambas comisiones, fueran de mayoría; es decir, sobre el que se debatirá y votará en la sesión del miércoles.

Nadie pone en duda que el oficialismo alcanzó una mayoría en la Comisión de Agricultura. Pero no fue igual en Presupuesto, donde la marginación del cordobés disidente Roberto Urquía se sumó a las deserciones del salteño Juan Carlos Romero, la reutemista Roxana Latorre y Verani.

A través de un comunicado, el bloque del Frente para la Victoria explicó que sus dictámenes son los de “mayoría”, con su propia interpretación del reglamento de la Cámara alta. “En la Comisión de Agricultura el oficialismo tiene nueve firmas. En tanto, en la de Presupuesto y Hacienda, siete, que sumadas a las firmas de los senadores Verani y Latorre, cada uno con dictámenes propios, superan la cantidad de firmas requeridas en el artículo 105.”

“En Presupuesto se necesita que el dictamen, para ser considerado de mayoría, tenga la mitad más uno de los integrantes, pero el oficialismo tiene siete sobre quince. No le alcanza”, dijo el senador radical Ernesto Sanz, aunque admitió que el despacho oficialista debería tratarse en el recinto por ser el “primero por la minoría”.

Otros opositores, sin embargo, discreparon con esa interpretación: aclararon que en ningún caso el próximo miércoles hará falta una mayoría especial para sesionar porque se trata de una sesión común y el temario, además, ya está acordado. Precisaron también que no importa cuántas firmas haya reunido el oficialismo en comisión porque se trata de una sanción de Diputados que debe ser revisada por el Senado y, por lo tanto, el primer despacho a tratar es el que incluye lo aprobado en la Cámara baja.

El dictamen K ratifica la sanción de Diputados y el oficialismo lo defenderá en el recinto del Senado para que sea aprobado “sin cambios”. El anuncio formal al respecto lo hizo el titular de la Comisión de Presupuesto, Fabián Ríos.

Reutemann presentó su propio proyecto con una locuacidad que nadie le conocía. Dijo estar en contra de la sojización y a favor de las retenciones, pero propuso que la atribución para fijarlas vuelva al Congreso. El dictamen de Lole establece retenciones fijas para el maíz y el trigo (22 por ciento) y el girasol (30 por ciento) y móviles para la soja con un tope del 40 por ciento. “No soy un megaproductor como dicen”, se defendió de quienes le endilgan defender sus propios intereses.

“Las propuestas no siempre satisfacen a todos los sectores, aunque mi dictamen está cerca de lo que ellos piden”, dijo Verani para justificar que su dictamen tal vez no conforme a las entidades rurales. El rionegrino, alineado con los radicales K, propone una escala segmentada hasta 2000 toneladas, donde las retenciones no superen el 49 por ciento.

El dictamen final del radicalismo, la Coalición Cívica y los peronistas Adolfo Rodríguez Saá e Hilda “Chiche” Duhalde será presentado recién el lunes. Entre otros puntos, sostendría que las retenciones no pueden superar el 35 por ciento “porque si no serían confiscatorias”.

A pesar de las controversias, el kirchnerismo mostró una señal de fortaleza a la hora de presentar su propio dictamen. Incluyó entre los firmantes a dos oficialistas que figuraban en la lista de “dudosos” a la hora de votar: la pampeana Silvia Gallego y el puntano Daniel Pérsico. Las presiones sobre los senadores no descansarán durante todo el fin de semana. La verdad se conocerá el miércoles en el recinto.