El procurador general de la Nación, Esteban Righi, acusó al titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas (FIA), Manuel Garrido, de pretender afectar su “reputación” y de “realizar campañas de promoción personal de su rol en la lucha contra la corrupción”. En una resolución firmada ayer le ordenó que se “abstenga” de realizar esas acciones. En lo formal, fue la respuesta a un planteo del fiscal en una causa en la que se investiga al ex secretario de Finanzas Daniel Marx. En el fondo, fue la réplica a las declaraciones públicas que Garrido hizo hace algunas semanas, cuando señaló que Righi le había recortado facultades para intervenir en los expedientes judiciales contra funcionarios públicos.

El detonante de este cruce fue una resolución de noviembre, en la que Righi hacía una interpretación de la llamada Ley de Ministerio Público en cuanto a la “participación necesaria” de la FIA en un expediente: decía que no puede instruir en forma directa en las causas que no se hubieran iniciado por sus denuncias y que, en los casos en que eso sí hubiera ocurrido, sólo podría asumir la acción cuando el fiscal titular hubiera desistido de hacerlo. Para Garrido, se trató de un recorte de atribuciones que vino a “sumarse a una serie de problemas que evidencian que la Argentina no está cumpliendo con las obligaciones que tiene en materia de investigación de la corrupción”.

La Procuración dejó trascender en su momento que lo único que pretendía era limar asperezas entre Garrido y los fiscales federales con el objetivo de que trabajaran de manera más coordinada. La FIA, señalaban desde el organismo, puede contribuir con sus pruebas a las investigaciones, aun sin llevar las riendas.

La semana pasada, Garrido hizo una presentación ante la Procuración en la que consultaba sobre los alcances de la participación que le correspondía en un expediente concreto. Es una causa por supuesto enriquecimiento ilícito del ex funcionario Daniel Marx, donde el fiscal titular –que era Carlos Cearras– desistió de impulsar la acusación y postuló el sobreseimiento, algo que fue rechazado por el juez del caso, que era Jorge Ballestero. En una resolución firmada ayer y explicada en un comunicado de prensa, Ri-ghi señaló como algo evidente que, por la reglamentación vigente desde 2005, “en los casos como el de la ‘causa Marx’ debe actuar el Dr. Garrido aunque no haya sido denunciante, por haberse apartado el fiscal titular”.

“El doctor Garrido ya está interviniendo en la ‘causa Marx’ desde hace varios años (...) ha quedado claro que sus afirmaciones no eran correctas”, enfatizó la nota difundida por la Procuración. “Si el derecho aplicable le generaba ‘perplejidad’ –como el fiscal había señalado en su presentación–, su deber era despejar previamente sus dudas. Por el contrario, sus inciertas manifestaciones públicas ponen en evidencia su interés en promover una campaña de promoción personal, afectando la reputación del procurador y la actuación de la institución a la que ambos pertenecen, ya que han generado tanto innecesaria alarma en distintos medios públicos y privados, como denuncias irresponsables ante el Poder Judicial”, sostuvo en el documento.

Garrido llegó a la FIA hace cinco años, por concurso, e intervino en varias causas contra el kirchnerismo. El caso Skanska, la bolsa con dinero de la ex ministra Felisa Miceli y los manejos de los índices del Indec son algunos de los más conocidos.